Durante muchos años y hasta hace 15 años, a los pacientes con artritis reumatoide sólo se les podía aliviar el dolor y la inflamación causados por la artritis reumatoide (AR), pero la terapia con medicamentos biológicos ha significado llevar una vida activa y hasta lograr detener la condición, en muchos casos.
Así lo afirmaron médicos y pacientes que ofrecieron sus experiencias en un panel auspiciado por la casa farmacéutica AbbVie y el Overseas Press Club, durante el foro Artritis Reumatoide: Enemigo oculto en todas las edades y su impacto social.
La presidenta de la Sociedad Puertorriqueña de Reumatología, doctora Ana Quintero, quien presentó varios casos que fueron referidos a un especialista cuando ya confrontaban daños irreversibles en las articulaciones, incluyendo a jóvenes y niños, que es su área de especialidad, alertó sobre la urgencia de referir los casos temprano, antes de que la enfermedad comprometa la funcionalidad del paciente.
Entretanto, el director médico de AbbVie, el infectólogo Carlos Rivera, instó a los pacientes a que busquen atención médica lo antes posible. Mencionó que puede haber períodos de dolor e inflamación en las articulaciones seguidos de otros en los cuales los síntomas no se perciban. “Puede haber ciclos en los que tengan los síntomas y luego uno asintomático. Hay que buscar ayuda tan pronto se comienza a notar algo distinto”, advirtió.
El doctor Rivera dijo además, que si un paciente se presenta con dolor en los huesos y fiebre, tanto un infectólogo como un reumatólogo y un oncólogo, pueden formar parte del equipo médico que busque dar con el diagnóstico preciso, ya que hay síntomas que pueden confundirse o deberse a otras enfermedades.
Para alcanzar un diagnóstico de AR es necesario tomar en cuenta el historial médico, realizar un examen físico, pruebas de laboratorio, así como imágenes como tomografía computarizada y resonancia magnética, entre otras.
El doctor Radamés Sierra Sorita narró que al ser reumatólogo desde el 1982, ha vivido la transformación de los medicamentos contra la AR, desde los que sólo ofrecían alivio al dolor y a la inflamación, hasta los de nueva generación, que pueden lograr detener el progreso del impacto de la AR en las articulaciones, y que el paciente lleve una vida cotidiana como cualquier otra persona.
La doctora Arleene Sánchez y la publicista Annie Vélez son pacientes del doctor Sierra Sorita, y ejemplo de los cambios que pueden experimentar los pacientes que se tratan con medicamentos biológicos.
Sánchez recordó cómo, en el 2000, quedó incapacitada de moverse y hasta quitarse la ropa para bañarse. “Dependía para todo de mis padres y no podía disfrutar de mis hijos”, relató emocionada. La dentista y hoy decana de la Escuela de Odontología del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico dijo que 17 años más tarde, “puedo bailar, viajar, trabajar”.
Por su lado, Vélez, diagnosticada en el 1988, también ha visto una transformación, luego de haber experimentado altibajos con tratamientos convencionales. “Gracias a mi médico he logrado ser una persona funcional, viajo, trabajo, fiesteo. Lo que para muchos es algo tan común como lavarse los dientes, para mí es un logro”, expresó.