Médicos internos se destacan por la conquista de casos clínicos y por realizar el primer estudio del síndrome metabólico entre personas hispanas.
La diversa patología ya sea de origen bacteriano, tumoral y hasta posiblemente la presencia de malformaciones arteriovenosas, han abierto un amplio campo clínico y científico del que se han apoderado alrededor de unos 20 médicos internos del Hospital Auxilio Mutuo, liderados por el Dr. Francisco Díaz Lozada, director del Programa de Internado Rotario.
Meningitis a causa de un patógeno no común, malformaciones cardíacas raras en un paciente adulto y hasta el establecimiento de un posible nuevo mecanismo real sobre la paradoja de la obesidad son algunos de los casos que manejan el grupo de médicos, que aún no llegan a su residencia de medicina y que ya han viajado a destacados congresos clínicos en los Estados Unidos a presentar los casos de gran importancia para la comunidad médica.
El Dr. Díaz Lozada tomó las riendas del programa de internado clínico hace unos seis años, y ha logrado que el mismo sea el único programa donde como parte del cumplimiento del mismo, los médicos internos deberán aceptar el reto de investigar y buscar un caso clínico, con miras a ser publicado y/o presentado en congresos de medicina tanto en Puerto Rico como en los Estados Unidos.
“Hemos encontrado patologías raras, no comunes, que han beneficiado el entrenamiento de estos médicos. Tenemos que salir de ese encajonamiento que presentan ciertos diagnósticos. En medicina, no siempre uno más uno es dos”, afirmó.
“Hace tres años, presentamos ante la American College of Physicians un caso muy interesante que fue premiado. Se trató de una meningitis causada por un patógeno no común. Al recibir al paciente, lo evaluamos, estudiamos y entendimos que fue causada por la lamida de su perro en su cara. Eso es algo bien poco común. Otro caso interesante es sobre la remoción básica de una masa en el paciente, y cuando evaluamos la microscopía del tejido, encontramos una malignidad oculta que se da en menos de 1% de las poblaciones”, detalló.
La diversidad de casos clínicos que se han presentado en el Hospital Auxilio Mutuo ha sido precisamente el centro de laboratorio que ha provisto las herramientas clínicas necesarias para que los médicos internos pulan sus destrezas investigativas en fusión con sus destrezas como principales salvaguardas de la vida de los pacientes que allí acuden, estableció Díaz Lozada.
“Hacemos 12 rotaciones básicas en el año, pero también rotamos a estos muchachos entre subespecialidades como cirugía cardiotoráxica, cardiología, nefrología, trasplante de hígados y otros, y salen a la calle bien entrenados. Desde su primer día de internado están retados a conseguir casos de relevancia médica importante para que sean evaluados, analizados y estudiados y con miras a ser presentados en foros médicos. En los últimos cinco años estos casos han sido premiados”, formuló orgulloso.
“Se trata del cambio en la medicina del siglo 21 en Puerto Rico”, afirmó.
Parte del equipo de médicos internos asesorados por el Dr. Díaz Lozada investiga por primera vez la incidencia del síndrome metabólico en los puertorriqueños, mediante un análisis analítico que incluyen el estudio científico de sintomatología asociada al mismo. Sobre todo, buscan los mecanismos reales que describan realmente la parajoda de la obesidad.
El Dr. Eduardo Hernández Vergé es quien se ha dado la tarea recopilar la data de hace cinco años (2010-2015) del Hospital Auxilio Mutuo, que incluye el análisis de sobre 2,600 expedientes de pacientes que han presentado eventos cardiovasculares.
En medio del estudio, Hernández Vergé analiza el Índice de Masa Corporal (BMI), que ha arrojado datos sobre el riesgo de infarto agudo al miocardío, pero también su protección sobre el paciente para evitar el mismo.
“Estamos haciendo varios análisis que nunca se ha hecho en la población hispana y estableciendo correlaciones con el BMI de los pacientes. Por ejemplo, la paradoja de la obesidad. Lo que establece es que a mayor BMI, hay mayor incidentes de eventos agudos. Te predispone a tener a un infarto, pero a la misma vez te protege a morir de ese infarto”, explicó.
“Queremos establecer la magnitud de la paradoja de la obesidad en estos pacientes, pues nunca se ha establecido, a diferencia de Estados Unidos y Europa. Sería la primera vez que se hace”, estableció.
La diabetes y la hipertensión, parte de las vertientes clínicas del síndrome metabólico, han sido identificado como los mayores riesgos de eventos cardiovasculares en los pacientes, añadió el médico interno.
“El puertorriqueño está enormemente predispuesto por la genética. Ha aumentado la diabetes, la obesidad y la mortalidad. Hay poca prevención del síndrome. Tenemos que educar, tenemos como médicos que prevenir. El uso no controlado del alcohol y el fumar son factores que aumentan aún más el riesgo de desarrollar las condiciones cardiovasculares que caracterizan el síndrome”, finiquitó por su parte el Dr. Díaz Lozada, quien también se ha destacado en la educación médica sobre el síndrome metabólico en la isla.