Por: Paula Alejandra Rojas Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
El cáncer de próstata es el segundo tipo de cáncer más diagnosticado en hombres a nivel mundial. La prevalencia de este tipo de cáncer es de un 5% a los 30 años, aumentando progresivamente en cada década de la vida, llegando a un 59% por encima de los 79 años. No obstante, los avances quirúrgicos y las mejoras en los dispositivos robóticos han mejorado los resultados de las cirugías para eliminar este cáncer y, al mismo tiempo, disminuir las secuelas. La próstata puede verse afectada tanto por un crecimiento benigno como maligno, ya que en ambos casos la sintomatología origina problemas de micción como disminución de la fuerza del chorro, aumento de la frecuencia de las micciones, goteo postmiccional o sensación de quedarse con ganas de orinar. Para el cáncer de próstata existen diversas opciones de tratamiento en función de la edad y del estado de salud del varón. Por ello, la Unidad de Urología y Andrología del Hospital Ruber Internacional de Madrid, en la cual participa el doctor Alberto Pérez-Lanzac, especialista en uro-oncología y en cirugía laparoscópica robótica, ha revelado que la cirugía radical de próstata ha aumentado las tasas de curación de este tipo de cáncer. Así como también causa especial interés la cirugía robótica que ha mejorado los resultados oncológicos y de incontinencia. Valga recordar que en los tumores de bajo potencial maligno y de pequeño tamaño, la bibliografía avala la observación, que consiste en el control del cáncer por el médico sin realizar ningún tratamiento activo. Suele utilizarse en casos en los que el tumor no da síntomas y su crecimiento es lento, especialmente en hombres de edad avanzada o que padecen otra enfermedad grave. Asimismo, la radioterapia lleva años ofreciendo unas tasas de curación muy altas en sus diversas modalidades. De igual manera, la terapia focal es otra variedad de tratamiento que permite tratar el tumor localmente aplicando distintas energías con frío o calor. Aunque, en caso de que el tumor se encuentre extendido fuera de la próstata y no sea posible aplicar un tratamiento curativo: se pude optar por tratamientos sistémicos no curativos con hormonoterapia y, en ocasiones, quimioterapia.