El Departamento de Salud de Puerto Rico ya está listo para someter a los niños nacidos de las madres con un diagnóstico positivo de Zika, a evaluaciones rigurosas en las áreas Oftalmológicas y Auditivas, sin obviar la prueba actual de microcefalia. Además de un seguimiento intenso a los menores por tres años después de su nacimiento.
También se instruirá a los trabajadores de las unidades neonatales a medir los recién nacidos en centímetros y no en pulgadas por reconocer que es más precisa y confiable.
“Ya estamos preparando un kit, que hemos llamado ‘El Infantómetro’, para adiestra al personal de los hospitales neonatales en su uso, incluyendo a los Pediatras”, expresó el doctor Miguel Valencia Prado, Director de la División de Niños con Necesidades Médicas, adscrito al Departamento de Salud de Puerto Rico.
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Con respecto a las pruebas de visión y audición más específicas es a raíz de las complicaciones de salud que acompañan el diagnóstico de Microcefalia hoy día. Las cuales no necesariamente se presentan en el parto sino en el desarrollo físico, social y emocional del menor.
De otra parte, Valencia Prado dijo que el Certificado de Nacimiento del menor cuya madre padeció el virus del Zika durante el embarazo, especificará el diagnóstico positivo o negativo del bebé. Se estima que este proceso inicie durante el mes de agosto próximo.
“Al pasado 13 de junio han nacido 39 bebés sin problemas aunque sí están bajo este programa de vigilancia. Y seguirán por tres años con la intención de observar de cerca su crecimiento y prevenir otros contratiempos de salud, como la pérdida de audición o visión, entre otras condiciones”, insistió el Dr. Valencia Prado.
Las estadísticas de esta división indican que para enero de 2017 se espera que nazcan 135 bebés cuyas madres obtuvieron diagnóstico positivo de Zika.
Los bebés cuyas madres dieron positivo a Zika en su primer trimestre deben estar naciendo de agosto en adelante. No obstante, la mujer podría contaminarse con el Zika en cualquier momento de su embarazo.
“También este programa está investigando los efectos del Zika en los niños que han padecido la enfermedad. Al momento el bebé más pequeño contaba con tres meses al momento del diagnóstico”, sumó.
La División de Niños con Necesidades Médicas Especiales divide sus funciones en dos áreas en particular, el seguimiento a las mujeres durante el embarazo con sospecha o estatus positivo de Zika, y dos, a los bebés nacidos de ellas.
El estudio que reveló la necesidad de incluir evaluaciones más precisas en el periodo preventivo y de tratamiento sucedió en Brasil de septiembre 2015 a febrero 2016. La muestra fue de 88 mujeres.
“En estos momentos el Zika es un riesgo durante el embarazo de cualquier mujer y los bebés serían los más afectados, no solo por la microcefalia sino por cambios en la retina, sangrado y masculopatía defectuosa, por mencionar algunos”, argumentó con insistencia.
Ante la ausencia de una definición universal de microcefalia, en el estudio se define como “cualquier cabeza cuya medida sea menos de la tercera percentila”.
Aunque la microcefalia sucede en Puerto Rico desde antes del Zika, el Departamento de Salud a asumido un rol más activo en tiempos recientes a raíz de la evoluación del Zika. No obstante, dijeron el apoyo de los Pediatras y de los especialistas Neonatales, su prevención podría ser posible.
Finalmente, el doctor Valencia Prado está a favor de la fumigación porque entiende “que si se hacen las cosas como se debe y se indica, prevendrá la propagación del virus en el país”. Sin embargo, su homólogo Presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de Puerto Rico, Dr. Víctor Ramos, “el remedio es peor que la enfermedad.
“No podemos apoyar lo que, evidentemente causará más daños de los que evitará”, sentenció el Dr. Ramos.
