Reciente estudio descubrió que el hongo causante de la candidiasis logra traspasar una barrera protectora que evita la entrada de microorganismos dañinos al cerebro causando daños neurológicos en los afectados.
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Las consecuencias de la candidiasis vaginal causada por el hongo 'Candida albicans' podrían ser peores de lo imaginado. Así lo revela una investigación desarrollada en Baylor College of Medicine (Estados Unidos), cuyos hallazgos muestran que este microorganismo no solamente puede residir en el área vaginal sino que puede llegar hasta la barrera hematoencefálica, cruzarla y como consecuencia, generar una respuesta inflamatoria responsable de alteraciones de la memoria y granuloma.
En el artículo sobre este estudio publicado en la revista Nature Communications, los autores mencionan que los granulomas son una patología que comparte características con las placas beta-amiloide, halladas en pacientes con enfermedad de Alzhéimer. Este descubrimiento es un precedente para evaluar las consecuencias neurológicas del hongo 'C. albicans'. Si bien los hallazgos se realizaron en modelos animales, no está de más recordar que importantes descubrimientos y tratamientos exitosos han sido probados previamente en ratones.
Un número cada vez mayor de observaciones clínicas apunta que los hongos se están convirtiendo en una causa común de enfermedades alérgicas de las vías respiratorias superiores, como el asma, así como otras afecciones, como la sepsis. Estas infecciones por hongos se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar demencia. Estas observaciones nos llevaron a investigar la posibilidad de que los hongos produzcan una infección cerebral y, de ser así, las consecuencias de sufrirla", señaló uno de los autores, David B. Corry para el sitio web infosalus.com.
Los científicos encargados de este estudio crearon inicialmente un modelo de ratón, infectado por hongos 'C. albicans' de bajo grado, es decir, que no causaría una enfermedad grave pero que podría afectar la salud con consecuencias a nivel cerebral. Tras varias dosis, los investigadores decidieron que la mejor opción para evaluar los daños provocados por el hongo era una dosis de 25.000 levaduras.
Según se reporta en la publicación original, los investigadores inocularon esta dosis de 'C. albicans' en el torrente sanguíneo de los ratones y descubrieron, bastante pronto, que la levadura logra cruzar la barrera hematoencefálica, un mecanismo biológico de protección utilizado por el cerebro para evitar la entrada de moléculas y varios microorganismos que pueden dañarlo.
Pensamos que no entraría en el cerebro, pero lo hace. En el cerebro, desencadenó la actividad de la microglía, un tipo de célula inmune residente. Las células se volvieron muy activas 'comiendo y digiriendo' el hongo. También produjeron varias moléculas que mediaban una respuesta inflamatoria que conducía a la captura de las levaduras dentro de una estructura tipo gránulo dentro del cerebro. La llamamos granuloma glial inducido por hongos (FIGG, por sus siglas en inglés)", detallaron científicos encargados del estudio a infosalus.com.
Durante la infección por levaduras, los científicos notaron que los ratones infectados con el hongo manifestaban alteraciones y daños en la memoria espacial, afecciones que desaparecían cuando la infección se trataba y sanaban.
Los ratones eliminaron la infección por levadura en aproximadamente 10 días. Sin embargo, la microglía permaneció activa y las FIGG persistieron más allá de este punto, al menos hasta el día 21. Un dato curioso para los científicos es que cuando se formaban las FIGG, las proteínas precursoras amiloides se acumulaban en la periferia y las moléculas beta-amiloide se acumulaban alrededor de las células de levadura capturadas en el centro del granuloma glial.
Estos hallazgos sugieren que el papel que desempeñan los hongos en la enfermedad humana potencialmente va más allá de la enfermedad alérgica de las vías respiratorias o la sepsis. Los resultados nos llevaron a considerar la posibilidad de que, en algunos casos, los hongos también puedan participar en el desarrollo de trastornos neurodegenerativos crónicos, como el Alzheimer, el Parkinson y la esclerosis múltiple. Actualmente estamos explorando esta posibilidad", concluyó Corry.