Estudio revela la necesidad de un programa efectivo para el manejo clínico integrado de esta población

Medicina y Salud Pública

    Estudio revela la necesidad de un programa efectivo para el manejo clínico integrado de esta población

    La relación entre la diabetes y la depresión no siempre ha tenido el reconocimiento clínico.  Sin embargo, se sabe que aproximadamente una tercera parte de los pacientes con diabetes tienen algún grado de depresión, lo que favorece un mal control metabólico. Por otro lado, la diabetes complicada con manifestaciones tardías agrava la depresión.

    Un estudio publicado en la Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública (MSP), plantea que la diabetes está totalmente asociada a la depresión debido a su naturaleza bidireccional.  Los estudios científicos realizados destacan que la depresión puede ocurrir como consecuencia de padecer diabetes y puede ser un factor de riesgo para la aparición de diabetes Tipo 2.

    El estudio revela que el tratamiento integrado para un diagnóstico de depresión y diabetes, aumenta significativamente la calidad de vida de sus pacientes.  Además, propone la realización de otras investigaciones con la intención de inducir estrategias correctivas en favor de los pacientes.

    El estudio también confirmó la importancia de adaptar al contenido de las intervenciones y los modos de tratamiento, las necesidades de la comunidad.  Alude que hay que tener en cuenta que muchos pacientes, en ocasiones la mayoría, desconoce lo qué es Diabetes Mellitus y se infiere que muchas de las complicaciones son debido al desconocimiento.   Por tanto, someterse a una dieta adecuada entendiendo sus razones y cumplir con el consumo correcto de los medicamentos, no es pertinente para su recuperación.  Aquí es cuando el programa médico debe motivar a sus pacientes a enterarse de los detalles de su diagnóstico e insertarlos de manera consciente en su tratamiento.

    Los resultados del estudio sugieren la intervención integral como herramienta principal en la atención de los síntomas de depresión en los pacientes con un diagnóstico previo de Diabetes.  El curso de la depresión en pacientes con esta condición es crónica y severa, incluso con un tratamiento exitoso el 80% de los pacientes con diabetes experimentará recaídas.

    Por otra parte, la depresión aparece sin ser reconocida y tratada en aproximadamente dos tercios de los pacientes con diabetes, a pesar de las importantes implicaciones clínicas asociadas con las condiciones que ocurren. De acuerdo con la Asociación Americana de Diabetes, los pacientes diabéticos, particularmente aquellos con un autocuidado deficiente, deben recibir estudios de depresión de forma rutinaria.   

    Es importante comentar que tan solo 62 de los 152 pacientes que iniciaron la Fase I del estudio, finalizaron.  Muchos de ellos se retiraron por falta de transportación o sentido de pertinencia sobre el estudio. El diagnóstico de depresión mínima hasta severa y grave fue la característica principal de sus participantes, además del diagnóstico positivo de Diabetes.  La mayoría de ellos tenían un seguro médico proporcionado por las ayudas gubernamentales como Medicare o Medicaid y tan solo el 10% poseía seguro privado.

    Los participantes contestaron preguntas acerca de su condición, recibieron medicamentos y apoyo social mientras estuvieron activos en el estudio.  Muchos de ellos no entendían su condición médica y carecían de los métodos de pago para sufragar el pago de medicamentos en caso de que su seguro médico no se los cubriera.

    Los pacientes activos en el estudio se sometieron por seis meses a actividades educativas y motivacionales acerca de la nutrición, la higiene, la actividad física, control de las emociones y la gestión de la depresión. Los pacientes con depresión moderada o más, recibieron terapia psicológica individual. Ninguno de los pacientes necesitó atención hospitalaria inmediata.

    En muchos de ellos se observó una disminución ligera pero no estadísticamente significativa en la HbA1c final (diferencia de medias -0,12; IC del 95%, -0,42 a 0,18; p = 0,424). Sin embargo, hubo una menor puntuación estadísticamente significativa en el PHQ-9 al final del período de estudio (diferencia de medias -0,89; IC del 95%, -1.58- -0.19, p = 0,01). Existe una correlación positiva entre el PHQ-9 final y la HbA1C final, r = 0,32 (IC del 95%: 0,08 a la 0,53), p = 0,01.

    El grupo de pacientes que recibieron psicoterapia individual (PHQ-9 =10) tuvo un cambio mayor y estadísticamente significativo en la puntuación PHQ9 que los que no recibieron la psicoterapia individual (diferencia media 3,14; IC del 95, 1,56 a 4,71; p = 0.0002 ).

    De acuerdo al Dr. Briana Mezuk, en su libro publicado en el 2008, ‘Depression and type 2 diabetes over the lifespan: a meta analysis’, padecer la depresión aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo II en un 60% y la diabetes tipo II se asocia con un riesgo del 15% de sufrir depresión.

    Por otro lado, en un artículo publicado en The New England Journal of Medicine, de Noviembre 2010, titulado: ‘Collaborative Care for Patients with Depression and Chronic Illneses’, se indica que en el curso de la depresión en pacientes con diabetes, va de crónica a severa. Inclusive destacó que el 80% de los pacientes con diabetes y depresión experimentan una recaída de los síntomas depresivos durante períodos de cinco años.

    Los escritos consultados manifiestan que la depresión está asociada con la falta de adherencia al autocuidado de la diabetes, incluyendo seguir las restricciones en la dieta, el cumplimiento de la medicación y la monitorización de la glucosa en sangre. 

    Los síntomas clásicos de la depresión son la falta de energía, incapacidad para experimentar placer o interés en las actividades realizadas, trastornos del sueño, trastornos del apetito, y el aislamiento social. La depresión es uno de los problemas de salud más graves en el país, asociado con el sufrimiento, baja productividad y la pérdida de la vida. Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentan esta condición como la de más discapacidad en el mundo que cualquier otro trastorno psiquiátrico y se predice que sea la segunda condición médica más frecuente para el 2020.

    Por otro lado, la prevalencia de Diabetes ha ido en aumento en personas de cualquier edad y grupo étnico.  La OMS indica que para el 2030 se predice que la prevalencia de esta condición en el mundo debe alcanzar el 4.4%. Actualmente está en un 2.3%. 

    Aunque la población de Puerto Rico es tan solo un 1.5% de los Estados Unidos, alrededor de 440,490 personas en la Isla padecían la condición, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

    El Centro para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), publicó, sin embargo, que en Puerto Rico la prevalencia de diabetes para el 2014 fue de un 14.2 por ciento de la población.  La isla ocupa la posición número uno en la lista de prevalencia de diabetes en los estados y territorios de Estados Unidos (EE. UU.), según el CDC. 

    Los galenos inmersos en esta investigación son Félix M. Marti Rivera, MD PGY-3; Fares Yasin, MD, PGY-3; Yanira Maldonado Allende, BHE; Diana Núñez Padín, PsyD; María de los Ángeles De Jesús, PhD; Martha L. Villarreal Morales, PhD; y Yadira Reyes, MD.  Afiliados al Programa de Residencia de Medicina Familiar en el Manatí Medical Center; al Programa de Educación del Paciente y al Departamento de Medicina del Comportamiento del Atlantic Medical Center en Barceloneta, como al Departamento de Medicina de Familia y Departamento de Educación Médica del Manatí Medical Center.

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