El Dr. Magraner y su pasión por la educación y la formación médica

Medicina y Salud Pública

    El Dr. Magraner y su pasión por la educación y la formación médica

    Como internista, sin duda, al doctor Miguel Ángel Magraner Suárez lo mueve el bienestar de sus pacientes. Pero “la educación de estudiantes y residentes de Medicina es lo mejor que me pasa todos los días”, reveló, sentado en su consultorio, al concluir otra semana más de labores en el edificio Parra, en Ponce.

    Y es que ha alternado ambos roles a lo largo de su carrera en el campo de la salud. Se graduó de la Escuela de Medicina de Ponce en el 1984, pero los lazos con su alma mater los ha mantenido y reforzado cada día más.

    Sobre sus estudiantes, dijo que “uno tiene que sentirse más que satisfecho cuando ellos aprenden de uno y uno aprende de ellos”. A sus poco más de 50 años, ya ve el cambio generacional en la Escuela de Medicina. “Está en el cambio. Algunos de mis compañeros de estudios ya tienen hijos en la Escuela. Es interesante, porque el tiempo pasa y no nos damos cuenta”, manifestó con satisfacción.

    En el 1988 se graduó, tras culminar la residencia realizada en el Hospital Damas, donde fue jefe de residencia. El entonces jefe del Departamento de la Escuela de Medicina de Ponce, quien evaluó su desempeño en la residencia, le ofreció que se quedara. Y aceptó. Años más tarde, fue decano interino de la Escuela de Medicina, durante seis meses.

    Hijo y sobrino de médicos, creció en Lares, en donde sus abuelos paternos, naturales de Mallorca, España, se establecieron hace muchos años. “Me pasaba mucho tiempo con él. De ahí surgió el interés. Y mi tío, hermano de mi padre, era médico en España”, relató el galeno.

    En su tiempo libre, solía disfrutar practicando deportes, como el béisbol y comenzaba en el golf, cuando hace unos meses se lastimó el cuello, por lo que ahora limita su actividad deportiva a la silla de fanático, lo que a la vez le permite compartir tiempo con su hija, confesó.

    Es fanático de los Leones de Ponce en el Baloncesto Superior Nacional, así que padre e hija acuden juntos a los juegos locales. “Antes iba a los ‘juegos de carretera’, pero ahora voy sólo a los locales, pero no falto”, subrayó Magraner Suárez.

    Cuando no hay juego, disfruta de la lectura. “Me gusta leer algún libro que no esté relacionado a la Medicina. No de autores famosos, sino que me gusta despejarme con una serie de espionaje de un escritor llamado David Silva”, compartió el médico.

    Optimista en cuanto a la vida y al futuro de Puerto Rico, Magraner Suárez aseguró que Puerto Rico se va a levantar. “Puerto Rico siempre ha pasado por épocas malas. En el último siglo ha pasado por dos crisis grandes. Pero se va a reinventar. Ningún país se hunde. Nosotros nos vamos a reinventar”, concluyó.

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