El Colegio de Médicos-Cirujanos de Puerto Rico ha estado enfocado en apoyar a las autoridades sanitarias del país en el esfuerzo colectivo que responde al desastre del Huracán María.
Sin saltarse los procedimientos, para no pasar por encima a la coordinación gubernamental, la entidad trabaja para determinar la medida de la catástrofe.
“Se está haciendo una evaluación y un mapa de los recursos que tenemos”, ha declarado el presidente de la entidad, el doctor Víctor Ramos Otero, en entrevista con Medicina y Salud Pública.
“En esta situación, nosotros, en el Colegio de Médicos, seguimos instrucciones de (Departamento de) Salud y el Gobierno de Puerto Rico. No es hora de protagonismos ni inventos”, añade.
A casi una semana del devastador Huracán María, la prioridad para el sector sanitario sigue siendo que el servicio de electricidad pueda llegar a los centros de salud afectados, ha precisado Ramos Otero.
“En situaciones como ésta, los hospitales son prioridad. Ya hay luz (energía eléctrica) en el Centro Médico de Río Piedras y en el Hospital San Pablo en Bayamón. El Gobierno sigue trabajando para que llegue la energía a otros hospitales”, informa.
El presidente de la organización que agrupa a todos los médicos de Puerto Rico ha subrayado que prácticamente todos los hospitales y centros de salud en el país quedaron dañados, muchos de ellos inclusive con serios daños estructurales.
“Se han tenido que trasladar muchos pacientes a otros hospitales, como por ejemplo el Centro Médico de Río Piedras, porque no hay manera de que se puedan dar servicios en esos lugares”, indicó.
Por esa razón la Administración de Servicios Médicos de Puerto Rico (ASEM) tuvo que recurrir al Gobierno Federal para que se instalaran unidades móviles en las inmediaciones del Centro Médico en Río Piedras, mientras se situarán siete unidades similares en diferentes regiones de la Isla.
Finalmente, el doctor Víctor Ramos Otero anticipó que “el Colegio se mantendrá en alerta ante los posibles riesgos sanitarios” asociados a este tipo de emergencia.
Las cifras oficiales anuncian más de una docena de fallecidos.