Giovanny Vega De Lleguas
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
El proceso de diagnóstico de esclerosis múltiple ha tomado un giro particular en Puerto Rico: los pacientes suelen ser más jóvenes, la incidencia de este tipo de condiciones es cada vez más frecuente y se comienzan a ver más niños con esta enfermedad del sistema nervioso, según la neuróloga Patricia De Jesús.
De acuerdo con la neuróloga especializada en esclerosis múltiple, el avance científico puede que esté propiciando el diagnóstico de la condición en edades más tempranas, de forma que se están identificando síntomas de forma más efectiva que en el pasado.
“Cada vez es más frecuente (la esclerosis múltiple). Las edades más comunes en las que se tiende a presentar la condición usualmente son entre los 20 y 50 años, pero la realidad es que lo estamos diagnosticando en etapas más tempranas, incluso en niños”
explicó De Jesús a la Revista de Medicina y Salud Pública.
La esclerosis múltiple es una enfermedad del sistema nervioso que afecta al cerebro y la médula espinal. Ocurre cuando las defensas del cuerpo se equivocan y atacan el sistema nervioso central, creándole episodios de procesos de inflamación.
De Jesús detalló que la tasa de esclerosis múltiple en Puerto Rico es bastante alta, contrario a que se piensa que en las áreas del trópico la prevalencia de esta enfermedad del sistema nervioso es menor.
“Lo más importante es que cada vez tenemos más alternativas disponibles para el manejo. Antes no teníamos muchas alternativas o pacientes que a lo mejor no están al tanto. Estamos creciendo y desarrollando más y mejores tratamientos. Es un área que está creciendo mucho”
destacó la especialista.
De Jesús recomendó que cualquier persona asista a un médico de experimentar visión doble, pérdida de visión por un ojo, adormecimiento de alguna parte del cuerpo, problemas de coordinación y desbalance de forma intermitente. “Los síntomas usualmente duran un mínimo de 24 horas, pero lo común es que duren días, semanas o algunos meses. Luego tienden a mejorar”, recalcó.
En Puerto Rico están registradas alrededor de cinco mil personas con la condición, mientras que anualmente se diagnostican cerca de 140 casos nuevos.
Por otro lado, la doctora De Jesús describió como un “boom” el surgimiento de tratamientos contra la esclerosis múltiples durante los últimos nueve años, con un total aproximado de 10 medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
El primer medicamento para tratar la condición se aprobó en 1993 y, desde entonces, tomó trece años alcanzar la cifra de seis medicamentos avalados por la FDA. Eso, en contraste con el periodo de nueve años durante el 2010 al 2019, es un claro ejemplo del avance científico de la condición.
“Cada vez tenemos medicamentos con una alta efectividad para los pacientes de esclerosis múltiple para recaída-remisión, que es el más común. No solo tenemos medicamentos disponibles para una de las variantes de la condición, sino que hay alternativas de alta efectividad hasta para la más común”
comentó De Jesús.
Asimismo, en marzo de este año fueron aprobados los primeros dos medicamentos para tratar la esclerosis múltiple secundaria progresiva, que constituye una evolución en el empeoramiento neurológico de la condición.
“Ya lo estamos utilizando. Es un medicamento interesante, incluso tienes que realizar pruebas genéticas para determinar si el paciente va a responder adecuadamente al tratamiento. No solamente tenemos medicamentos nuevos, sino que tenemos herramientas adicionales para poder identificar aquellos pacientes que van a ser buenos candidatos para el medicamento, incluso antes de utilizarlo”
reconoció la especialista.
De Jesús precisó que a muchos otros de los medicamentos aprobados con anterioridad por la FDA también se le añadió la indicación para el manejo de pacientes con esclerosis múltiple secundaria progresiva.
Aunque se trata de una de las tipos de esta condición, datos de la Fundación de Esclerosis Múltiple de España establecen que cerca del 25 por ciento de los pacientes con esclerosis múltiple remitente-recurrente podrían evolucionar con los años a la forma secundaria progresiva.