La pandemia por el COVID-19 llegó al mundo a cambiarlo todo, la manera en la que los seres humanos trabajan, estudian, se comunican e interactúan con los demás, todos estos cambios intempestivos a los que personas del mundo entero se han sometido están empezando a tener efectos nocivos sobre la salud mental de la población en general.
Marcela Boyacá Mesa
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
La pandemia por el COVID-19 llegó al mundo a cambiarlo todo, la manera en la que los seres humanos trabajan, estudian, se comunican e interactúan con los demás, todos estos cambios intempestivos a los que personas del mundo entero se han sometido están empezando a tener efectos nocivos sobre la salud mental de la población en general. Para entender cómo es esa afectación y saber de qué manera se puede mejorar esta situación la Revista Medicina y Salud Pública entrevistó a la doctora Dra. Nydia Cappas, Psicóloga Clínica y Directora del Programa de Psicología del Cuidado Primario en la Ponce Health & Sciences University (PHSU).
“Salud es un concepto que abarca muchísimas cosas no solamente salud física también salud mental para ser saludable yo tengo que tener vías de relajación, conectarse socialmente con otras personas y más cosas que sabemos que abonan a nuestra salud y que de alguna manera estamos desbalanceando con las medidas implementadas en la actualidad para prevenir el contagio del COVID-19”.
La doctora Cappas está empeñada en que a la hora de el gobierno y sus instituciones tomen decisiones sobre las medidas para evitar la propagación del nuevo coronavirus tengan en cuenta la salud mental de la población, por eso publicó un artículo y está trabajando con su equipo en unas guías para que puedan ser tenidas en cuenta.
“El mensaje que yo quiero que llegue es que cuando se vayan a tomar medidas que impacten a la población se incluyan en la mesa de conversación los aspectos emocionales, psicológicos, económicos y de salud, para que esas decisiónes se empiecen a adaptar más a las necesidades que estamos viendo en la población, esto con el fin de prevenir otras posibles pandemias que nos pueden esperar si seguimos en el encierro como puede ser: pandemia de problemas de salud mentas, suicidio, depresión, etc, qué puede ser una consecuencia nefasta y que también puede sobrecargar nuestro sistema de salud”.
Vea la entrevista completa aquí
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La directora del Programa de Psicología del Cuidado Primario tiene claro que el distanciamiento y las otras medidas adoptadas deben seguirse implementando pero se deben diseñar nuevas estrategias con algunos ejemplos ya existentes.
“He visto reportajes y conozco de personas que hablan de una “burbuja social” que es establecer un pacto de cómo se va a cuidar cada uno a pesar de que comparten, acá lo que necesitamos es nosotros desde salud poder ofrecer cuáles serían las guías para que eso no dependa solamente del ingenio de algunas personas, sino que se haga con una guía saludable. Es necesario que las personas se vean por qué se reconoce la importancia de la socialización pero hay que hacerlo afuera, guardar 6 pies de distancia, mantener siempre la mascarilla y hacerlo en grupos pequeños, recomendaciones como estas debemos analizarlas entre los profesionales de la salud para poder trabajar en guías que le ayude a la gente a hacer esa transición”.
Desde la academia están convencidos que las campañas de educación masivas son parte de la solución para llegar a toda la población con ideas efectivas e innovadoras que sean aceptadas e interiorizadas por la sociedad.
“Creo que nosotros desde la academia y sobretodo mirándolo de forma multidisciplinaria pues tenemos muchos profesionales muy buenos en el campo de la salud, por ejemplo el campo de educación en salud que tienen un montón que aportar en este momento a la prevención del COVID-19, por eso es necesario que todos podamos ofrecer ayuda desde nuestros diferentes espacios para que el pueblo esté más saludable en todo el sentido de la palabra”.