Firme la cardiología ante la alta demanda de servicios médicos para enfermedades cardiovasculares
MSP- Mayores los procedimientos cardíacos y alta demanda de servicios médicos para los pacientes con enfermedades cardiovasculares.
Ese es en síntesis el panorama clínico que viven hoy los cardiólogos puertorriqueños ante el aumento de enfermedades del corazón así como del síndrome metabólico en la Isla, que provoca que los subespecialistas tengan un arduo trabajo clínico en el País.
En una mesa redonda con la Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública (MSP), los cardiólogos Marilyn Ríos, David Bragin, Luis Molinary y Edwin Rodríguez Cruz expusieron que pese a que hace 10 años no existía la disponibilidad de medicamentos ni dispositivos nuevos, la cardiología en Puerto Rico ha avanzado en beneficio a este gran número de pacientes con condiciones cardiovasculares.
No existía infraestructura para manejo de fallo cardíaco Una de las condiciones que representaba un reto para ese tiempo era el fallo cardíaco, como lo aseguró en primera instancia el doctor Bragin.
“Desde la perspectiva de fallo cardíaco, no existía un programa en la isla dirigido a atender a esta población. Sí existía el Programa de Trasplante de Corazón, pero no existía una clínica de fallo cardíaco ni infraestructura que conlleva tratarlo como hoy día”, explicó.
“Otro problema era que existía lo que era la terapia de medicamento de marcas, que era más costoso para el plan médico y se optaba por recetar el medicamento genérico, que no siempre era buena opción y podía ser contraproducente”, añadió.
Entre las comorbilidades que presentan estos pacientes con fallo cardíaco se encuentran hipertensión, fibrilación atrial, hiperlipidemia, enfermedades de las arterias coronarias, entre otros.
Foto superior izquierda: Dra. Marilyn Ríos y el Dr. David Bragin Sanchez.[/caption]
Menor la salud cardiovascular para la mujer Para la doctora Ríos, quien fue parte de la fundación de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología, la salud cardiovascular de la mujer estaba atada a las guías de tratamientos estandarizadas para ambos sexos, sin tomar en cuenta el rol hormonal de los géneros.
“Hace 10 años la mortalidad cardiovascular en Puerto Rico era la causa de muerte más grande en mujeres y varones. Hoy en día ha disminuido”, sostuvo. “En los Estados Unidos la mortalidad en hombres disminuyó más que en las mujeres. Hoy día existe más la conciencia sobre el cuidado que debe llevar la mujer con su corazón. Las enfermedades cardiovasculares tienen una alta prevalencia en las mujeres puertorriqueñas”, manifestó.
Para el doctor Molinary, miembro también fundador de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología, concordó con el doctor Bragin en que el fallo congestivo era una condición retante hace una década en la isla.
“El infarto era y sigue siendo un reto en Puerto Rico. No existe la prevención. Hay condiciones que se pueden prevenir a tiempo y se debe diagnosticar temprano”, formuló.
Otra barrera que destacó Molinary es la falta de especialistas en cardiología en la Isla, como lo son los cardiólogos generales y la prescripción de medicamentos genéricos que no les beneficia al paciente.
“Nos hemos convertido en una sociedad de medicina donde al paciente le vamos a resolver un evento agudo, el infarto, el fallo cardíaco, donde el mejor método es la prevención. Mientras no nos llegue el paciente a nosotros, ya sea por falta de referido, seguiremos solo resolviendo eventos que se podrían evitar”, apuntó.
Dr. Edwin Rodríguez Cruz y el Dr. Luis Molinary.[/caption]
Escasos los cardiólogos pediátricos intervencionales De otra parte, en cuanto a la cardiología pediátrica, el doctor Rodríguez Cruz expuso que hace una década era difícil emitir un diagnóstico certero en relación a las malformaciones congénitas del corazón.
“Hace 10 años yo era el único cardiólogo intervencional. Hace apenas solo cuatro años somos dos. En eso al menos hemos mejorado un poco. Ocho de cada mil pacientes nace con una malformación congénita del corazón y eran retantes los diagnósticos en niños por la falta de cardiólogos pediátricos intervencionales”, reiteró.
Mejoran las guías de tratamiento El cuarteto de especialistas concordó en que hoy día los diagnósticos de enfermedades cardiovasculares, incluyendo diabetes y síndrome metabólico han avanzado. Además, la reducción en la tasa de mortalidad a causa de estas afecciones es un logro que los cardiólogos destacan.
“Hemos avanzado en el tratamiento de enfermedades coronarias, fibrilación atrial, se han reducido las tasas de mortalidad por enfermedades del corazón y otras. Sigue siendo un reto para nosotros las cardio-imágenes, porque no existen casi radiólogos que se dediquen a sacar imágenes especializadas del corazón a pesar de que existe el equipo”, esbozó el doctor Bragin.
No obstante, recomendó el que se creara un comité de médicos que funjan como mediadores entre los médicos y aseguradoras, en vías de no dejar a las cubiertas elegir cuáles son los tratamientos efectivos para los pacientes.
“Es inapropiado que se le deje la potestad a los planes médicos de decidir que medicamentos podría recibir el paciente. Se debe crear un comité de médicos para que sea el agente imparcial entre los planes médicos y los especialistas”, recomendó.
Mientras, la doctora Ríos resaltó el que existan unas guías de tratamiento para manejo agudo de infartos en las mujeres, pues la salud cardiovascular de las féminas está influenciado muchas veces por el sistema hormonal.
“Este año salieron unas guías para tratamiento de infarto agudo específicamente en mujeres. Estamos conscientes de que en la mujer por aquello de las hormonas podría responder distinto a un medicamento. Actualmente tenemos disponibles meas anticoagulantes para los pacientes con fibrilación atrial. Necesitamos hacer medicina preventiva”, anotó.
Dr. Luis Molinary y la Dra. Marilyn Ríos.[/caption]
“Las nuevas guías de tratamientos han sido muy efectivas como por ejemplo son los marcapasos y desfibriladores, donde existe un estudio donde estipula que las mujeres reciben estos tratamientos menos que los hombres, pero se han beneficiado igual que los hombres. El reto es con tantos medicamentos nuevos, se ha vuelto difícil que el plan médico los apruebe”, aseguró Ríos.
De otro modo, el tanto el doctor Molinary como Rodríguez Cruz concordaron en que más allá de los avances en la cardiología puertorriqueña, los especialistas no dan abasto con el cúmulo de pacientes con enfermedades hoy día. “No damos abasto. O tenemos las oficinas atestadas o damos la cita para meses después. Mientras esto pasa, la salud del paciente se sigue deteriorando. También estamos graduando menos especialistas. Necesitamos más cardiólogos intervencionales, cirujanos toráxicos, cardiólogos pediátricos y otros especialistas”, afirmó Molinary.
“No me dan las horas del día para tanto paciente. Somos solo dos cardiólogos intervencionales pediátricos y ocho en total en toda la isla y todos concentrados en el área metro. Cuando se enferman o retiran muchos especialistas, nosotros tenemos que absorber esas prácticas gigantescas”, formuló de otra parte Rodríguez Cruz.
Finalmente, ambos expresaron que aún la especialidad está falta de un electrofisiólogo pediátrico en Puerto Rico y que este tipo de pacientes, por ejemplos los que padecen de arritmias cardíacas, deben hacerse estudios de esta índole en los Estados Unidos. “Tenemos que hacer un escenario médico puertorriqueño más atractivo para que los médicos regresen a Puerto Rico”, finalizó.