Por: Angelique Fragoso Quiñones
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
“Cuando yo estaba aquí de facultativo vi pacientes morir porque no se podían operar de la cirugía tradicional, que era que había que abrir el pecho; también pacientes de riesgo de sangrado, de falta de circulación en el cordón espinal, que quedaran parapléjicos, el poder reparar traumas en la aorta, esa arteria que va directo al corazón, de esta forma medianamente invasiva, que se arriesga menos sangre, me hizo sentido”.
Precisamente esa es la misión que impulsa el motor de la carrera del doctor Fernando Joglar, cirujano vascular, quien a pesar de colosas ofertas que recibido desde el exterior, ha decidido permanecer en su País en su misión más importante: salvar vidas.
Cuando empezó sus estudios en la Universidad de Princeton en New Jersey, estaba indeciso si estudiar Ingeniería o Biología, pero una vez tomó su primera clase de Biología, se dio cuenta de que su llamado era a la carrera de Medicina.
En el 2004 se graduó de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) y ese mismo año comenzó a trabajar como facultativo en el Centro de Traumas de la Institución.
“Durante la residencia me di cuenta que lo que me gustaba mucho era el manejo de los pacientes politraumatizados. El manejo de pacientes de trauma aquí en Puerto Rico es sumamente importante y me interesó mucho. Y el director en ese momento, el doctor Pablo Rodríguez, que es uno de mis mentores y un amigo, me ofreció una plaza justo acabado de graduar y me quedé con él”, contó sobre cómo inició su carrera también como profesor en el RCM donde mismo se formó.
“Solicité a cirugía vascular y me fui a Boston del 2008 al 2010 y aprendí esas técnicas de manejo endovascular, porque nosotros en aquella época hacíamos cirugía abierta tradicional, pero no teníamos a nadie en Centro Médico que estuviera haciendo esos casos y nadie que lo pudiera enseñar, así que me fui y estuve dos años allí de “fellow””, indicó.
Logra crear el primer programa endovascular de aorta a nivel público
Una vez regresó en el 2010 se propuso establecer en el Centro Médico un programa endovascular de aorta, ya que no había ninguno disponible a nivel público, mas lo entendía una necesidad intrínseca. Tuvo muchas trabas en el proceso, pero tras un año de lucha logró realizar la primera intervención.
“Me acuerdo que en enero 5 de 2011 hicimos el primer caso endovascular que fue de emergencia, un caso bastante complejo, pero lo pudimos hacer con una reparación endovascular de la aorta y salió muy bien. Y desde entonces ahí arrancamos y seguimos haciendo emergencias”, recordó con orgullo.
El doctor Joglar indicó que mas adelante lograron hacer casos lectivos en la Sala de Cateterismos del Centro Cardiovascular donde le cedieron un espacio y, a partir del 2013, pusieron a su disposición una sala híbrida de cardiovascular en donde ha podido realizar la mayoría de los casos.
Detalló que al menos ha realizado 47 operaciones de trauma a la aorta y 90 por aneurismas. “En la cirugía vascular, la severidad que estoy viendo en Puerto Rico es más de la que yo veía en pacientes cuando estaba en entrenamiento”, alertó.
“El único problema es que aquí no tenemos programas de entrenamiento de cirugía vascular, el que le interesa tiene que irse a Estados Unidos como yo hice, dos años, y el problema es que muchos no vuelven. De hecho ahora mismo en Estados Unidos hay más cirujanos vasculares de origen puertorriqueño que en la Isla”, lamentó.
Mencionó que esto ocurre, no solo por los salarios que ofrecen localmente, sino también por otros problemas como las aseguradoras que les niegan los procedimientos y los bajos pagos de los planes médicos por las intervenciones.
“Pero no le quita que necesitamos cirujanos vasculares aquí y lo que más me preocupa también es cirujanos de trauma, necesitamos, porque hay algunas condiciones que uno se puede montar en un avión, pero hay unas que no te da tiempo. Tienes que tener buenas personas, entrenadas y con el equipo y las facilidades necesarias”, resaltó.