Los procesos inflamatorios crónicos representan la próxima frontera a vencer por los investigadores puertorriqueños.
"Las concecuencias de la inflamación crónica deterioran no solo el sistema inmune sino que compromete la funcionalidad de órganos vitales provocando que se desarrollen enfermedades no relacionadas al Virus de Inmunodeficiencia Humana. Nuestros laboratorios han logrado identificar un agente farmacológico contra la inflamación del virus". Así lo estipulan los científicos José Lasalde Dominicci y Manuel Delgado Vélez del Centro de Ciencias Moleculares de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en una investigación publicada en la versión impresa de la
Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública (MSP)
, quienes exponen que pese que el VIH tiene un tratamiento efectivo, aún los científicos y médicos buscan una terapia ideal que reduzca la inflamación crónica provocada por el virus y sus enfermedades asociadas.
"El ambiente rico en mediadores de inflamación (citoquinas y quimioquinas) provoca que los pacientes infectados con VIH desarrollen una serie de complicaciones no relacionadas al virus como deterioro cognitivo, tromboembolia, diabetes tipo 2, cáncer, osteoporosis, fragilidad, entre otras", explican.
"La infección por VIH representa un reto para el cuerpo no solo por el agotamiento y declive del sistema inmune, sino también debido a la aparición de complicaciones no relacionadas al virus por la crónica inflamación. Este panorama persiste bajo un tratamiento antirretroviral y la contínua replicación del virus así como la fuga de bacterias desde el gastro intestinal, las coinfecciones crónicas, la pérdida de células que regulan el sistema inmune, el daño a tejidos linfáticos, entre otros", añaden los investigadores.
Asimismo, el artículo científico expone que la infección del VIH compromete la mucosa intestinal, lo cual da paso a la destrucción de tejidos y aumento en los niveles de inflamación. Además, explican que los macrófagos secretan citoquinas que atraen y reclutan linfocitos T a áreas de infección, que a su vez ayudan al establecimiento del virus por el aumento de las células blancos que se infectan.
"La traslocación de microorganismos desde el tracto intestinal hasta la circulación sanguínea empeoran aún más el perfil inflamatorio de los pacientes", añaden.
De otra parte, los laboratorios del Dr. Lasalde Dominnicci y Dr. Delgado Vélez evalúan un posible blanco farmacológico que promete reducir la inflamación periferal y hasta la neuroinflamación que presentan los pacientes con VIH.
"Nuestro estudio ha identificado un potencial candidato farmacológico, llamado a7, que podría dar paso a desarrollar una terapia dirigida a reducir la inflamación crónica y las comorbilidades asociadas a estas", revela.
"Los procesos inflamatorios exagerados que ejecuta un cuerpo para eliminar el VIH terminan siendo detrimentales para el paciente dado que afecta a los órganos y amplifica la infección. Los esfuerzos por comprender los mecanismos celulares y moleculares que median la inflamación han rendido dividendos que han identificado varios factores que facilitan la inflamación crónica. Seguimos adelantando la comprensión de los procesos inflamatorios identificando este posible candidato farmacológico", concluyen.