Investigadores españoles encontraron una alternativa terapéutica para prevenir las calcificaciones vasculares asociadas a los enfermos renales que se encuentran en diálisis.
Este estudio, dirigido por el doctor Ricardo Villa-Bellosta, señala al citrato como una alternativa terapéutica "sin costes añadidos y de fácil aplicación" para combatir las calcificaciones vasculares típicamente asociadas a estos pacientes.
Las células producen y liberan a la sangre sus desechos, que son filtrados y eliminados a través de la orina gracias al riñón. Pero, cuando el riñón deja de funcionar, estos desechos (toxinas) no pueden ser eliminados y se produce un "envenenamiento" del organismo que origina un envejecimiento acelerado.
Una de las principales consecuencia del acumulo de estos desechos es la reducción del pH sanguíneo, lo que se conoce como acidosis.
Para contrarrestar la acidosis, durante la sesión de diálisis se utiliza bicarbonato, una sustancia que incrementa y mantiene el pH sanguíneo en valores normales.
Pero, para evitar la formación de precipitados de calcio y magnesio en el líquido de diálisis, el bicarbonato contiene acetato, sustancia que mantiene el pH del fluido de diálisis dentro del rango óptimo.
Investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, en colaboración con otros encontraron que la sustitución del acetato por citrato no solo podría mejorar el bienestar general de estos pacientes, sino, que además podría evitar la formación de las calcificaciones vasculares.
"El citrato, al igual que el bicarbonato, es un buen regulador del pH y tiene además la propiedad de 'secuestrar' al calcio y por tanto evitar la formación de calcificaciones en el sistema vascular".
explica Villa-Bellosta.
Por otra parte, durante la sesión de diálisis estándar (con bicarbonato-acetato), la concentración de citrato en sangre se reduce a la mitad; por el contrario, la concentración de citrato en plasma incrementa 5 veces cuando se utiliza un baño de bicarbonato-citrato.