Es importante que las pacientes tengan la condición bien controlada al momento de buscar el embarazo.
Según la Dra. Irene Villamil, gastroenteróloga, “tanto la enfermedad de Crohn como la colitis ulcerosa tienen dos picos para hacer el diagnóstico y uno de ellos coincide con el tiempo de mayor fecundidad en la mujer, que es en la adultez temprana, entre los 17 y 35 años, que es cuando más hacen el diagnóstico de esta enfermedad y esto coincide cuando estas mujeres deciden o no empezar a tener hijos y hacer una familia junto a su pareja”.
En el mismo orden de ideas, la Dra. Pamela Silén Rivera, ginecóloga obstetra, añade que “un 50 % son diagnosticadas cuando tienen menos de 35 años y la mayoría de las mujeres se embarazan teniendo menos de 35 años, así que un 25 % de las pacientes van a quedar embarazadas luego que se les dé el diagnóstico, de allí la importancia de hablar sobre este tema, ya que estas mujeres deben prepararse y el embarazo debe ser planificado, si se va a buscar”.
Respecto a la fertilidad, la doctora Silén destaca que las pacientes que tienen la enfermedad controlada, en remisión, van a tener una fertilidad igual a la de las pacientes que no tienen la condición, pero “hay momentos en esta condición en los que la fertilidad se ve afectada; en pacientes que tienen enfermedad activa disminuye la fertilidad porque está inflamada la pelvis y puede tapar las trompas de Falopio, estas pacientes también pueden tener molestias con las relaciones sexuales, lo cual hace que tengan menos relaciones sexuales y las pacientes que son operadas por su condición, disminuyen su fertilidad porque la cirugía en la pelvis puede causar también que las trompas de Falopio se tapen”, es decir, que la fertilidad va a depender de cuán controlada esté la condición”, enfatiza la especialista.
Por ello, es importante que las pacientes tengan la condición bien controlada al momento de buscar el embarazo, pues, esto hace que tengan menos complicaciones, tales como parto prematuro y bebé de bajo peso al nacer, por ejemplo. Para tener un embarazo saludable, lo recomendable es tener la enfermedad controlada.
Tanto la enfermedad de Crohn como la colitis ulcerosa pueden tener diferentes manifestaciones en diferentes pacientes; la enfermedad de Crohn puede inflamar todo el tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano, lo cual puede llevar a que el paciente desarrolle áreas con inflamación que se pueden estrechar y causar obstrucciones intestinales, requiriendo cirugía, lo cual afecta la fertilidad, apunta Villamil.
En cuanto a la colitis ulcerosa, esta solo afecta al colon, pero por enfermedad severa, que no responde a las medicinas o pacientes que han tenido que ser llevadas a la sala de emergencia para remover el colon, por un tóxico o por una perforación, también van a tener una fecundidad disminuida porque se han hecho cirugías que también envuelven la pelvis, sin embargo, pacientes que no han tenido cirugías, van a tener una fecundidad adecuada, explica la doctora Irene Villamil.
Embarazo y tratamiento
Lo más importante es que el paciente esté en una remisión y tenga la enfermedad controlada, ya que así sabrá qué medicamentos está usando y cuáles puede continuar en el embarazo, gran parte de la medicina que hoy día se usa para Crohn y colitis son seguras durante el embarazo, pero la talidomida y el metrotexato se deben descontinuar, tanto en féminas como en caballeros, seis meses antes de pensar en buscar un embarazo, puntualiza la doctora Villamil.
Algunas pacientes deben tener una indicación más alta de ácido fólico y los tratamientos biológicos se deben detener a las 30 semanas de embarazo, aproximadamente, y los bebés de estas madres no se deben vacunar hasta los seis meses porque tienen mayor riesgo de infecciones, acota la doctora Silén.
“Toda vacuna viva, como el rotavirus, no se deben dar los primeros seis meses de vida, pero sí se puede administrar la de hepatitis B”, detalla Villamil. Otro aspecto importante es que “la mayoría de estos medicamentos se pueden usar en la lactancia; el metrotexato está contraindicado, pero los otros no”, indica la experta Silén.
Las madres sí deben lactar a sus bebés, la recomendación es la misma del embarazo, continuar con los medicamentos y lactar al bebé para evitar que desarrolle esta enfermedad en el futuro.
Respecto a las mujeres que no deseen tener hijos, si la enfermedad está controlada, los métodos anticonceptivos están permitidos. Si la enfermedad está activa, o la paciente está operada u hospitalizada, con riesgo de tener coágulos en las piernas, no deberían usar estrógenos, es decir, no está permitido ningún anticonceptivo que contenga estrógeno. Los métodos de larga duración, sin estrógenos, están recomendados, aclara la doctora Silén.
En el caso del hombre, la sulfasalazina es una de las medicinas más básicas que se indican, pero que podría ocasionar bajo conteo en los espermatozoides, no causa ninguna malformación, pero podría dificultar la fecundación, explica la doctora Villamil.
“Toda esta información se debe buscar antes del embarazo”, concluyen las dos especialistas.
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