Recalcan que lesiones de cáncer de menos de un centímetro pueden tener una buena prognosis de vida sin necesidad de tratamientos agresivos en los pacientes.
La mayoría de los estudios científicos coinciden en que el aumento en la incidencia del cáncer de tiroides en países desarrollados y subdesarrollados puede deberse al sobrediagnóstico de la condición debido a su detección en etapas muy tempranas.
También se tratan en su mayoría de tumores indolentes con un alto porcentaje de supervivencia sin secuelas significativas.
Así lo resumió a Medicina y Salud Pública el Dr. Guillermo Tortolero, epidemiólogo y director del Registro de Cáncer de Puerto Rico, en referencia a un estudio científico sobre cáncer de tiroides en población hispana, incluyendo puertorriqueños, y su comparación con población de etnia blanca.
“El cáncer de tiroides ha tenido un comportamiento especial dentro de los últimos 40 años, tanto en países desarrollados como en subdesarrollados. Se ha identificado durante todos estos años que la población más afectada son mujeres relativamente jóvenes, con menos de 65 años de edad. No ha habido un incremento en mortalidad, pero el incremento identificado ha sido por el avance en las tecnologías de detección y el estudio diagnóstico mediante biopsia”, explicó en primera instancia el investigador.
Sostuvo que el equipo de investigadores del País ha estado monitoreando la tendencia de estos tumores en Puerto Rico entre el periodo 2011 al 2015 y se compararon con los Estados Unidos, donde pudieron comprobar que la incidencia del cáncer de tiroides era mayor en la población de la isla en comparación la tasa de incidencia en la población americana.
“Los datos en general de la investigación concuerdan en que el incremento de la incidencia del cáncer de tiroides de manera tan rápida. Asimismo se piensa que la ocurrencia de esta enfermedad pueda deberse a algún factor o práctica ambiental y esto ha tenido una repercusión directa en el cáncer tipo folicular. En Puerto Rico hemos visto el mismo fenómeno y nos ha llevado también a pensar en que puede deberse al sobrediagnóstico”, abundó.
“Comparado con las mujeres no blancas, hubo un incremento sustancial de la condición en un 83% en las mujeres puertorriqueñas.
La alta incidencia de esta enfermedad también en la población negra se lo acreditamos a la falta de acceso a los servicios de salud. Para el periodo 2011 al 2015, la tasa de incidencia en la población hispana puertorriqueña fue de 40 casos por cada 100 mil habitantes, mientras que la población blanca no hispana era de 21.8 por cada 100 mil habitantes, mientras en la población hispana de Estados Unidos era de 17.8 por cada 100 mil habitantes, y en la población negra fue de 11.6 por cada 100 mil habitantes”, detalló.
Importancia de las lesiones de menos de un centímetro en tiroides
Recalcó la importancia de otra parte de las lesiones de cáncer de tiroides de menos de un centímetro en los pacientes, asegurando que estos pueden morir de cualquier otra cosa menos del cáncer de tiroides.
“Eso es lo que sucede actualmente, se detecta una lesión de menos de un centímetro o dos centímetros, se implementan tratamientos agresivos, y colocan a los pacientes en la necesidad del reemplazo hormonal por toda la vida y el impacto en términos tanto de salud como de costo. En el 99% esta población sobrevivirá al cáncer de tiroides y no tendrá complicaciones asociadas a él”, estableció.
“Aunque hay otros tipos de cánceres más agresivos, pero en el grupo más común de tumores de tiroides, tipo papilares, tienen un crecimiento demasiado lento y lo que se recomienda en muchos sitios es el dar seguimiento periódicos a estos pacientes para evaluar si ha habido cambios, pero sin darle un tratamiento agresivo. Esto del sobrediagnóstico también se ha dado gracias al avance en la tecnología de detección”, recalcó.
Finiquitó diciendo que el pico de la incidencia de los casos de cáncer de tiroides ha tenido un descenso a partir del año 2015, aunque la letalidad no ha presentado cambios significativos.
“Se ve que en el 2017, 2018, hemos comenzado a ver un pequeño descenso en Puerto Rico de este tipo de cáncer porque los médicos están más educados en cuanto a la detección a tiempo. Aquí en Puerto Rico hay mucha promoción en favor de conocer esta condición, es por eso que las lesiones pequeñas tienen mayor seguimiento para evitar que puedan afectar con mayor fuerza a los afectados, por eso debemos seguir atentos y llevar esta condición a la baja”, concluyó.