Esta condición por ser muy difícil de tratar y necesita atención individual.
La literatura médica define a la psoriasis como una enfermedad inflamatoria crónica que afecta considerablemente la calidad de vida del paciente. En vista de los cambios en la piel y también el desconocimiento hace que el afectado cambie la dinámica de vida.
Esta condición por ser muy difícil de tratar en zonas como el cuero cabelludo, las uñas o las palmas de las manos, puede repercutir notablemente en el bienestar del paciente. La gravedad de la psoriasis no se define solo por la Scalp Cicatriz (SC) afectada, en donde 5 por ciento se considera leve; entre 5 y 10 por ciento, moderada; y 10 por ciento grave.
Es decir, también se toma en cuenta cuando las lesiones abarcan placas en las manos, los pies y las regiones faciales o genitales, por lo que, a pesar de tener una SC afectada más reducida, la enfermedad puede interferir en gran medida con las actividades cotidianas del paciente.
El consenso actual del Consejo Internacional de Psoriasis establece que las personas elegibles para el tratamiento sistémico son los pacientes que cumplen al menos uno de los siguientes requisitos:
• Scalp Cicatriz afectada en 10 por ciento
• Enfermedad que afecta a un área especial, como el cuero cabelludo
• Ausencia de resultados con tratamientos tópicos
Los objetivos actuales del tratamiento de la psoriasis moderada-grave consisten en el logro de:
• Una mejora de 90% en la puntuación del Índice de gravedad y extensión de la psoriasis (PASI) con respecto al valor inicial (PASI 90)
• Una puntuación de la evaluación global por el médico (PGA) de =1
• La puntuación del Índice de calidad de vida en dermatología (DLQI) de =1
• La remisión se prolonga sin pérdida de la eficacia y sin empeoramiento de las enfermedadesconcomitantes
Los objetivos del tratamiento pertinentes para el paciente también deben buscar disminuir la carga del tratamiento para los pacientes, aliviar sus síntomas físicos y mejorar su desempeño diario.
Por lo tanto, las opciones de tratamiento deben personalizarse para satisfacer las necesidades específicas de los pacientes teniendo en cuenta si padecen enfermedades concomitantes, la gravedad de la enfermedad, la repercusión en la calidad de vida y las respuestas a los tratamientos anteriores.
En resumen, la necesidad de un tratamiento personalizado puede tener una repercusión sustancial en la elección del tratamiento.