Una vacuna contra el COVID-19 hecha por la compañía de biotecnología Moderna generó una respuesta inmune que los investigadores nombraron como prometedora, la vacuna experimental además demostró ser segura en los primeros cuarenta y cinco pacientes objeto de estudio.
Marcela Boyacá Mesa
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Una vacuna contra el COVID-19 hecha por la compañía de biotecnología Moderna generó una respuesta inmune que los investigadores nombraron como prometedora, la vacuna experimental además demostró ser segura en los primeros cuarenta y cinco pacientes objeto de estudio.
Los encargados de desarrollar la vacuna son los investigadores del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, esta es la primera contra el coronavirus que se probó en humanos. Moderna anunció que las pruebas de fase 3 tendrán inicio el próximo 27 de julio con 30.000 participantes y que el 50% será un grupo de control que recibirá placebos.
Ante los resultados los investigadores señalaron que “Es importante tener en cuenta que los títulos de anticuerpos de unión y neutralización inducidos por el esquema de dos dosis fueron similares a los encontrados en muestras de suero convalecientes. Sin embargo, aunque aún no se han determinado los correlatos de protección contra la infección por SARS-CoV-2, se ha demostrado que la medición de la actividad neutralizante del suero es un correlato mecanicista de protección para otros virus respiratorios, como la influenza y el virus sincitial respiratorio, y generalmente es aceptado como un biomarcador funcional de la respuesta humoral in vivo. En los macacos rhesus que recibieron candidatos a vacunas de ADN que expresan diferentes formas de la proteína de la punta del SARS-CoV-2, los títulos de anticuerpos neutralizantes posteriores a la vacunación se correlacionaron con la protección contra el desafío del SARS-CoV-2. Las respuestas inmunes humorales y mediadas por células se han asociado con la protección inducida por la vacuna contra el desafío o posterior reexposición después de la infección por SARS-CoV-2 en un modelo de macaco rhesus. Encontramos fuertes correlaciones entre los ensayos de unión y neutralización y entre los ensayos de neutralización de virus vivos y pseudovirus. El último hallazgo sugiere que el ensayo de neutralización de pseudovirus, realizado bajo contención de bioseguridad nivel 2, puede, cuando se valida, servir como un sustituto relevante para la neutralización de virus vivos, que requiere contención de bioseguridad nivel 3. En humanos, los ensayos de eficacia de fase 3 permitirán evaluar la correlación de las respuestas inmunes inducidas por la vacuna con la protección clínica”.
El ensayo clínico está proyectado para ser completado a finales de octubre, sin embargo aún no está claro si para entonces se podrá demostrar que la vacuna es segura y efectiva.
El doctor Kizzmekia S. Corbett, inmunólogo viral y líder de un equipo que desarrolló la vacuna en el instituto de enfermedades infecciosas afirmó que el ensayo "supera todas las expectativas".
El mecanismo de la vacuna Moderna es utilizar material genético del virus, llamado ARNm, para estimular al sistema inmunitario a combatir el coronavirus.
Durante las primeras dos fases más del 50% de los participantes presentaron efectos secundarios, entre los que se encontró fatiga, escalofríos, dolores de cabeza, dolores musculares y dolor en el sitio de inyección y fiebre. Solo un participante que recibió la dosis baja desarrolló urticaria y fue retirado del estudio. Sin embargo, ningún efecto secundario se consideró grave.
El estudio completo puede leerlo en
https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2022483?query=featured_coronavirus