Aunque el proceso de inmunización es el esperado la eficacia contra la capacidad de infección del nuevo coronavirus continúa siendo un reto
Como se estimaba desde que se inició con el proceso de la creación de una vacuna contra el SARS-CoV-2, el propósito de la misma era mitigar y disminuir el riesgo de muerte en todos los pacientes, sobre todo en aquellos que padecen de enfermedades base y que pueden complicarse en determinado momento por la infección, sin embargo, este último factor continúa siendo una incógnita pues el virus aún se expande sin control.
La inoculación alrededor del mundo se está llevando con éxito en determinados territorios, sin embargo, en algunos países el proceso se ha retrasado lo que incentiva e impulsa el desencadenamiento de mutaciones del SARS-CoV-2, por este motivo principalmente, la epidemiología del mismo no se ha podido controlar, pues el desarrollo de nuevas cepas han tenido incluso características mucho más contagiosas.
¿Qué dicen los expertos?
En Israel la epidemiología del virus tiene en alarma a expertos pues la capacidad de contagio que se ha visto de manera diaria ha incrementando con el tiempo, donde según estudios se ha visto que la vacuna ha perdido eficiencia respecto a la posibilidad en frenar infección, afirmando que aquellas personas que se inmunizaron en enero pueden estar más propensas a infectarse del nuevo coronavirus que aquella que lo hicieron en el mes de marzo.
No obstante, los expertos aseguran que se debe todavía confía en el proceso y en la función de las vacunas, pues existe una gran brecha entre los términos: eficacia y efectividad, pues aunque la capacidad de prevenir infección haya disminuido, no quiere decir que aquel paciente que se contagie obtenga síntomas mortales, ya que la efectividad en la prevención en muertes y comorbilidades graves continúa estando latente.
En EE.UU y en el Reino Unidos, también se ha visto que la eficacia de la vacuna contra la infección se ha reducido considerablemente, pero los índices de hospitalizaciones y muertes han bajado o se han mantenido, lo que indica claramente que el medicamento continúa salvando vidas.
“Los datos de Israel son ciertos, pero decir que prueban que las vacunas han perdido efectividad es falso y tendencioso”, dice Jeffrey Morris, Bioestadístico
Además sostiene: “Los datos de Israel son ciertos, pero decir que prueban que las vacunas han perdido efectividad es falso y tendencioso”, alerta Jeffrey Morris, experto en bioestadística de la Universidad de Pensilvania (EE UU). “Los estudios observacionales pueden tener muchos factores de confusión que hacen que un simple porcentaje se malinterprete. La situación de vacunación en Israel nos trae una tormenta perfecta de estos factores”.
Es que como dicen algunos especialistas este cambio en la eficiencia se debe al contraste evaluativo que se llevaba anteriormente pues se hacía de manera poblacional y con un sesgo de personas específico, ahora los estudios han cambiado de forma observacional, lo que ha afectado en cierta manera la fabricación de las vacunas, asimismo se debe tener en cuenta los cambios que ha tenido el virus desde meses anteriores hasta hoy.
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