El Dr. Javier Morales, infectólogo y el Dr. Fernando Cabanillas, director del Centro de Cáncer del Hospital Auxilio Mutuo, hablan sobre la amenaza de las variantes de COVID19 y urgen a la vacunación
“Las variantes que vienen probablemente sean más problemáticas de tratar o de prevenir la variante que tenemos incluyendo la Delta”.
Así lo estipuló en exclusiva a este medio el Dr. Javier Morales, infectólogo y fundador de Clinical Research Puerto Rico y el especialista que diagnosticó el primer paciente de VIH en Puerto Rico a principios de los ‘80.
Morales estuvo de la mano de su colega científico, el Dr. Fernando Cabanillas, director del Centro de Cáncer del Hospital Auxilio Mutuo y autor de investigaciones científicas en el área del cáncer y COVID19 a nivel mundial.
“Este virus se reproduce millones de veces en una persona y cada cierta cantidad de reproducciones del virus puede provocar mutaciones en estos y entre ellas están algunas mutaciones resistentes a la vacuna o se hacen muchas más agresivas en cuanto a contagios y en cuanto a los síntomas de la enfermedad. En los estudios realizados, al principio de la pandemia el paciente presentaba síntomas en los días 7 y 8. Ahora en el día 5 ya estos pacientes se empiezan a complicar. Seguiremos viendo esto debido a la fábrica de virus de gente no vacunada”, estableció el Dr. Morales.
Aunque resaltó la efectividad de los tratamientos monoclonales en pacientes incluso contagiados con variante Delta, sostuvo que la clave para que el mismo sea altamente efectivo es administrarlo lo más rápido posible a los pacientes.
“Los niños son los que básicamente no están vacunados, ellos van a sufrir la infección por COVID, (...) ahora siendo la delta más contagiosa y más severa es lo que se está viendo. La mayoría de niños que está siendo hospitalizado están siendo internados por síntomas como diarrea y vómitos donde se tratan y luego mejoran”, indicó de otra parte el Dr. Morales.
De frente a una tormenta de citoquinas
De otra parte, el Dr. Cabanillas, recalcó la importancia de detectar los síntomas de COVID19 a tiempo, pues aquellos que se han contagiado con variantes de interés como la Delta están a mayor riesgo de desarrollar la tormenta de citoquinas, lo que puede ser letal para la vida del paciente.
“Las citoquinas son unas proteínas que se producen cuando hay mucha inflamación en una respuesta inmunológica del cuerpo (...), en este caso del COVID y al reducirse esta molécula, producen un grado de inflamación severa, es por eso que recibe el nombre de ``tormenta”, explicó en un principio.
“Lo que se hace es identificar a aquellos pacientes que están en alto riesgo de desarrollar la tormenta de citoquina y prevenir dicho evento. La mayoría de veces lo logramos a través de muestras de sangre, porque sabemos la probabilidad de inflamación y por medio de antibióticos se puede tratar”, estableció.
Inmunidad comunitaria
Asimismo, ambos investigadores concordaron con no saber cuál es la cifra exacta para llegar a la inmunidad comunitaria en la isla, precisamente ante la amenaza del resurgimiento de nuevas mutaciones del virus.
“No sabemos con seguridad cuál es la cifra necesaria para llegar a la inmunidad de rebaño, al principio decíamos que era el 70% pero las mutaciones han cambiado mucho el panorama”, afirmó Cabanillas.
“Si nos hubiéramos vacunado masivamente para junio y julio no estaríamos hablando de esto ahora mismo”, opinó por su parte el Dr. Morales.
Una vez más, ambos científicos urgieron a la población a vacunarse pues el COVID19 cuenta con solo dos armas contra su poder virulento: las vacunas y los anticuerpos monoclonales versus el virus del VIH, que aún se posiciona como el mayor reto ante la comunidad científica al burlar todo intento de inmunización por su capacidad extrema de replicarse.
“Las vacunas se pueden hacer de diferentes formas por medio de un virus atenuado lo duermen y lo inyectan con ciertos procesos y se activa el sistema inmune, (...) otro método es usando bacterias y alterando ciertos organelos para que produzcan una sustancia que es la que se va a inyectar y que promueve que el sistema inmune responda. Los métodos son múltiples, cuando hablan de material genético, muchas personas creen que existe un cambio en la genética y no es así, la vacuna ingresa a la célula y desde ahí se inicia el proceso de inmunidad”, señaló Morales.
“Es un error pensar que las vacunas poseen células fetales, pues las mismas se usaron en el laboratorio con ensayos para probar la eficacia de la vacuna, más no están hechas de esta manera”, concluyó por su parte el Dr. Cabanillas.
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