La carga de la lesión pulmonar posterior al COVID-19 debería ser más fácil de cuantificar, por lo tanto, los expertos han dividido esta lesión en tres categorías.
La primera es la enfermedad pulmonar preexistente que se ve agravada por la infección aguda por el virus. La segunda es la infección aguda por el COVID-19 que causa síndrome de dificultad respiratoria aguda u otra lesión pulmonar aguda.
La tercera y última es el COVID-19 agudo no crítico con daño pulmonar residual y reparación anormal, según los expertos.
En el caso de la primera categoría, el tratamiento depende de la naturaleza pulmonar preexistente y en la segunda es necesario rehabilitación dirigida para acelerar el proceso.
Un estudio reciente sobre los pacientes que se recuperaban después de ser hospitalizados con infección por el COVID-19 se encontró que el 3.6% tenían lesión pulmonar, reveló la investigación.
“Los pacientes que tenían lesión pulmonar residual que mejoraba con 3 semanas de tratamiento con corticosteroides”, demostró la investigación.
El informe del estudio también asegura que los pacientes necesitaron un examen e identificación por parte de un comité multidisciplinario de expertos en enfermedad pulmonar ingersticial.
Los síntomas posteriores al COVID-19 seguirán siendo un desafío en el futuro ya que aproximadamente más de 30 millones de pacientes han sido diagnosticados con COVID-19 en Estados Unidos.
La investigación concluye que la mayoría no tendrá una lesión pulmonar identificable que se beneficie de los esteroides y ojalá pudiera prescribir paciencia tanto a los médicos como a los pacientes.
Tomado de Medscape