El galeno refirió que la medida de clases presenciales para los menores de 12 años podría traer graves consecuencias, ya que la variante delta también afecta a los niños.
“Fue un error bajar la guardia al momento de notar que bajaron los casos, no debí hacerlo”, así lo aseguró el infectólogo Miguel Colón de manera exclusiva a Medicina y Salud Pública (MSP), tras relatar que ahora mismo se recupera luego de contagiarse del COVID19.
El especialista reconoció que de no ser por haber cumplido con su vacunación, posiblemente no tendría la posibilidad de contar su historia, ya que ha visto cómo al menos el 90 por ciento de las personas que ingresan a cuidados intensivos en la isla se trata de aquellos que se negaban a vacunarse.
El Dr. Colón, también pasado presidente de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Puerto Rico (SEIPR), estableció que el uso de mascarilla se debe enfocar en el uso de la N95, ya que es la única que realmente ofrece protección a quien la porta.
En este sentido, el infectólogo fue radical estableciendo que la apertura presencial de las escuelas del país no debió ocurrir debido a que se estima que la Isla posee un umbral de contagios en un 11 por ciento.
Recordó que la variante Delta cambió por completo la perspectiva de lo que se debería hacer, y que además, los niños también son víctimas de la virulenta variante identificada en India, y está demostrado que puede ser muy invasiva en ellos.
Advirtió que las cifras en Estados Unidos dan cuenta de esta situación y que por esa razón recomienda que las clases sean suspendidas de forma presencial.
“Con 11 por ciento de prevalencia no es correcto que se abran las escuelas, de marcha atrás antes de que nos tengamos que arrepentir. Porque la variante Delta también afecta a los niños”, aseguró.
Recomendó que si no se toma esa decisión las medidas deberían ser mucho más agresivas en pro de proteger y cuidar la salud de los más pequeños y las familias, ya que la vacuna protege, pero de igual manera las personas aún estando vacunadas se pueden contagiar.
Reiteró que las vacunas son un arma para mitigar las comorbilidades y efectos devastadores en el organismo, pero basado en su propia experiencia, la cual no desea que nadie pase, los síntomas que lo mantuvieros por 72 horas en cama con dolores musculares y cansancio.
“Desde el punto de vista pulmonar todo está bien, pero a mí me dio fuerte”, por ello insistió en el uso de mascarillas N95, el distanciamiento social y el lavado de manos.
Inmunidad colectiva en Puerto Rico
De acuerdo con la proyección estimada por el especialista, la inmunidad colectiva llegaría con el 85 por ciento de la población vacunada con dos dosis en Puerto Rico para finales de este año.
“Con suerte podríamos llegar a diciembre a esa cifra”, aseguró, luego de que recalcara que se deben redoblar esfuerzos para convocar a la población a vacunarse.
Por otro lado, refirió que en este momento en Estados Unidos los laboratorios Pfizer y Moderna están trabajando en la fase 1 y 2 de la vacuna que traería la información necesaria para contrarrestar los efectos de la variante Delta.
“Yo pensé que los organismos esperarían a conocer los resultados, pero no se pudo esperar, dada la facilidad de propagación de la variante Delta en el mundo”, dijo.
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