Uno de los mayores riesgos peligros para los enfermos de cáncer, indiscutiblemente, es la permanencia dentro de los hospitales
El COVID-19 se expandió como pólvora y miles de pacientes de cáncer en Puerto Rico o en los demás países afectados, no estaban totalmente preparados. Con el paso de los días, a medida que la información salía a la luz, se confirmaban los síntomas de alerta y a la par, se cerraban puertas y ventanas.
Un virus sin fronteras, totalmente desconocido es un reto para la comunidad médica. Y para los enfermos con condiciones preexistentes como el cáncer, nuevas dudas sobre su proceso de atención, cuidado y tratamiento. Por ser pacientes inmunocomprometidos, este grupo de personas debe someterse de manera rigurosa a las condiciones impuestas para prevenir cualquier tipo de riesgo o posible complicación por coronavirus.
La Dra. Maribel Tirado, explica a la Revista Medicina y Salud Pública que "cada institución tiene sus protocolos. Por lo menos aquí, a todas las personas que ingresan se les toma la temperatura y se le hacen unas preguntas de rigor para asegurarnos que no tienen síntomas, ni hayan viajado o estado expuestas a personas que pudieran haber tenido coronavirus. En el caso de visitantes o pacientes que tienen estos hallazgos, se evalúan aparte por el personal médico en una carpa situada afuera de las instalaciones".
Las estrictas medidas se toman considerando que cada paciente oncológico recibe un tratamiento distinto, según el estadío que presente de la enfermedad y los cuidados individuales que la persona y su círculo familiar mantengan.
"Los pacientes deben mantener una conversación con su médico sobre su tratamiento para saber si éste debe mantenerse o se puede detener durante el brote. Hay algunos pacientes que están recibiendo tratamientos adyuvantes -que no son tan emergentes- pero puede cambiar con una persona que tenga la condición más avanzada. Cada caso es particular y por ende, este diálogo no puede obviarse en esta situación", asevera la Dra. Tirado.
Por ejemplo, una investigación llevada a cabo en China encontró que el nuevo coronavirus varía en su ataque al organismo según su grupo sanguíneo. Un factor que debe tenerse presente -especialmente- para aquellos que no pueden suspender sus quimioterapias o administración farmacológica por vía intravenosa.
"En el caso de los pacientes (que reciben quimioterapia) y en los que los médicos estiman que se debe continuar el tratamiento, una de las cosas que estamos utilizando es la telemedicina para revisar los estudios de laboratorio previos a la sesión de quimoterapia, recomendaciones para el manejo de náuseas, entre otros, explicó la especialista durante su entrevista.
Durante la emergencia, quienes precisen recibir su terapia intravenosa simplemente asisten a la toma de muestras inicial en el laboratorio elegido y cuando reciben la aprobación del médico tratante, se dirigen directamente al área del hospital destinada para los pacientes oncológicos. Así, la exposición se reduce a niveles considerables.
Uno de los mayores riesgos peligros para los enfermos de cáncer, indiscutiblemente, es la permanencia dentro de los hospitales o clínicas. Los pacientes hospitalizados no solo están en riesgo de contraer el virus, también el centro de salud que lo atiende, teniendo en cuenta el aumento de camas que se necesitan para las UCI y salas de emergencia.
"El médico tratante ingresa luego de cumplir los protocolos de seguridad establecidos por el sitio en el que trabaje. Aunque sabemos que los pacientes con cáncer requieren de personas que los ayuden con sus cuidados diarios, estamos restringiendo las visitas; a menos que se trate de una persona agonizante, en cuyo caso tomamos otras medidas", afirma la oncóloga.
En caso de que una persona con cáncer resulte positiva al coronavirus, lo primero que se realiza es un avalúo de su situación para saber cuán grave es la infección viral. Resulta importante destacar que la sintomatología no es distinta a la de una persona sana que se contagie con el virus.
"Muchos van a tener fiebre, alguna tos, dolor de garganta y congestión nasal. Un paciente que no necesite suplementación de oxígeno se puede tratar en casa manteniéndose aislado. Otro grupo de pacientes presentará dificultades respiratorias; ese es el grupo que necesita estar en el hospital porque requiere apoyo de oxígeno o ventilación mecánica", especificó.
Desde el Centro Comprensivo del Cáncer, hasta el momento, quienes son tratados en el lugar están siendo manejados desde casa pues no se ha requerido de ningún ingreso por complicaciones en el estado de salud. Sin embargo, los especialistas monitorean constantemente a los pacientes a través de diferentes medios.
También se aseguran de que todos reciban los fármacos que sus tratamientos requieren, tomando en cuenta las medidas tomadas por el gobierno de Puerto Rico para que las personas soliciten los fármacos sin ningún tipo de limitación.
"En el caso del coronavirus, no existe un medicamento, ni una vacuna ahora mismo. Así que lo que se está haciendo es brindar tratamiento de apoyo. Obviamente si se sospecha de un proceso infeccioso, los tratamientos para el cáncer se van a detener porque no se quiere añadir mayor inmunocompromiso", puntualizó la doctora.
La especialista finalizó su entrevista recordando a quienes padecen cualquier tipo de cáncer que no todos los síntomas de infección se producirán por el coronavirus.
"Si se notan cambios en la tos, en el esputo o flema, son señales que sugieren coronavirus u otra cosa: influenza, micoplasma, etc. Cualquier cambio en su condición normal y propia del cáncer debe ser notificada al médico", expresó.
Para información que requieran los pacientes para Emergencias Oncológicas, puede llamar a la Sala de Emergencias Oncológicas del Hospital del Centro Comprensivo de Cáncer al 787-936-1477 Ext. 5011, 5056, si presenta signos o síntomas y se le proveerá orientación.