La carrera contra el tiempo que están librando los laboratorios alrededor del mundo para fabricar la vacuna contra el coronavirus y que llena de esperanza a toda la humanidad tiene más preguntas que respuestas hasta el momento, por esta razón la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) habló con el doctor Giovanni Delgado, docente del programa de Química Farmacéutica de la Universidad El Bosque de Colombia, magíster en Bioquímica y doctor en inmunología.
Marcela Boyacá Mesa
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
La carrera contra el tiempo que están librando los laboratorios alrededor del mundo para fabricar la vacuna contra el coronavirus y que llena de esperanza a toda la humanidad tiene más preguntas que respuestas hasta el momento, por esta razón la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) habló con el doctor Giovanni Delgado, docente del programa de Química Farmacéutica de la Universidad El Bosque de Colombia, magíster en Bioquímica y doctor en inmunología.
El doctor explicó que existen diferentes tipos de vacunas y que la manera en la que se fabrican depende de muchos factores, el más importante: el patógeno para el que se desarrolla y es por eso es que ha sido complejo el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19.
“ Resulta que para algunos microorganismos o algunos virus como en este caso puede llegar a ser relativamente fácil generar una vacuna, pero para otros resulta muy complicado y eso no se sabe sino hasta que se estudia por completo o se tiene un mayor conocimiento de la enfermedad y de la infección natural que lleva una persona en el transcurso de ese tiempo de infección”.
Existen tres fases clínicas y una pre clínica para el desarrollo de una vacuna, en el caso de la vacuna contra el coronavirus se han hecho en tiempo récord por lo infeccioso del virus y la urgencia de la reactivación, el doctor Delgado las resume así:
Fase preclínica: desarrollo en laboratorio y animales, se identifica parte del virus.
Fase 1: Se evalúa la seguridad de la vacuna y sus efectos secundarios, se estudia cuantas dosis requiere y la vía de administración.
Fase 2: Se escalan resultados y se definen número de dosis y vías de administración
Fase 3: Se hacen estudios con miles de personas y se sigue evaluando efectividad y seguridad.
Todos estos procesos son verificados por instituciones salubristas de de cada país dirigidos por lo que dice la Organización Mundial de la Salud.
El tiempo mínimo que se establece para la fabricación y circulación de una vacuna es de doce a dieciocho meses, sin embargo este tiempo no permite dar cuenta de todos los efectos negativos y positivos de la vacuna, lo que permite es ver los efectos más inmediatos y elegir lo más seguro y eficaz.
“Estos estudios están diseñados para seguirse haciendo a más largo plazo pero la necesidad en el caso del coronavirus es poder obtener una vacuna lo más pronto posible y depende de cada entidad gubernamental en cada país poder adoptar esa vacuna como segura y eficaz basado en los resultados que existen para poderla probar dentro de cada país. Probablemente no vayamos a tener una sola vacuna sino varias vacunas al final de todo que puedan ser usadas en todo el mundo”.
Vea la entrevista completa aquí
No todas las personas responden de la misma manera a los estudios a la hora de desarrollar una vacuna dado que estas pruebas se hacen con personas de diversa genética, sin embargo existen ya unos procesos pre establecidos que los científicos tienen en cuenta para verificar la efectividad de una vacuna.
“Generalmente se espera que en todo se induzca una inmunidad cuantificable y que pueda llegar a ser segura y ahí vienen varias cosas: lo que se está midiendo en esos individuos que son los títulos de anticuerpos neutralizantes, anticuerpos son las moléculas del sistema inmune que bloquean el virus para que no infecte la célula blanda y no cause la enfermedad, entre más anticuerpos tenga ese individuo pues más protegido puede estar porque bloquea más eficientemente el virus para que no se infecte, entonces lo que han hecho es cuantitativamente definir la cantidad de esos anticuerpos neutralizantes y lo comparan con los niveles de anticuerpos en individuos vacunados con los que se han infectado naturalmente y se han recuperado porque esa es la única referencia que tenemos. Las vacunas hasta ahora han mostrado que tienen niveles mayores de anticuerpos neutralizantes comparados con las personas que naturalmente se han infectado y se han recuperado”.
El experto en inmunología finalizó la entrevista haciendo un llamado para que hasta que exista una solución se sigan usando todos los protocolos de bioseguridad e higiene para prevenir el contagio del nuevo coronavirus y recordando que la esperanza no solo debe estar centrada en la vacuna sino también en el desarrollo de tratamientos antirretrovirales que están en estudio en este momento.