El virus infecta directamente las células de los pulmones, impidiendo su función esencial de reparar las vías respiratorias y los pulmones dañados y generar tejido sano.
En la investigación se realizaron autopsias de pulmón y muestras de plasma de personas que murieron por Covid-19, las cuales han proporcionado una imagen más clara de cómo el virus se propaga y daña el tejido pulmonar.
Los científicos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y sus colaboradores dicen que la información, podría ayudar a predecir casos de Covid-19 severos y prolongados, particularmente entre personas de alto riesgo, e informar sobre tratamientos efectivos.
El estudio obtuvo muestras de pulmón de 18 casos y muestras de plasma de 6 de estos casos, en el que los científicos dicen que sus datos revelaron tendencias que podrían ayudar a desarrollar nuevas terapias de Covid-19 y ajustar cuándo usar las terapias existentes en diferentes etapas de la enfermedad.
Los hallazgos incluyen detalles sobre cómo el SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19, se propaga en los pulmones, manipula el sistema inmunológico, causa una trombosis generalizada que no se resuelve y se dirige a las vías de señalización que promueven la insuficiencia pulmonar, la fibrosis, el deterioro y la reparación de tejidos.
Los investigadores dicen que los datos son particularmente relevantes para el cuidado de pacientes con Covid-19 como para los ancianos, obesos o que tienen diabetes, todos considerados poblaciones de alto riesgo para casos graves. Las muestras del estudio fueron de pacientes que tenían al menos alguna de esta condición.
El estudio incluyó a pacientes que murieron entre marzo y julio de 2020, con un tiempo de muerte entre 3 a 47 días después de que comenzaron los síntomas.
Este período de tiempo permitió a los científicos comparar casos a corto, intermedio y largo plazo, en el que todos los casos mostraron hallazgos consistentes con daño alveolar difuso, que impide el flujo adecuado de oxígeno a la sangre y, finalmente, hace que los pulmones se vuelvan más gruesos y rígidos.
También encontraron que el SARS-CoV-2 infectaba directamente las células epiteliales basales dentro de los pulmones, impidiendo su función esencial de reparar las vías respiratorias y los pulmones dañados y generar tejido sano.
En conclusión el proceso es diferente de la forma en que los virus de la influenza ataca las células de los pulmones, lo que proporciona a los científicos información adicional para utilizar al evaluar o desarrollar terapias antivirales.
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