Las cirugías, especialmente de cadera y rodilla o cirugía por cáncer, son procedimientos que hacen del paciente una persona de alto riesgo para trombosis. Esto se mide por la cantidad de sangre que se pierde, las horas de la cirugía y los tejidos afectados.
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública Todas las personas deben saber que una trombosis se puede dar en cualquier periodo de la vida de una persona, es decir no hay edad. Por ello, es importante conocer los factores los factores de riesgo y reconocer las situaciones del día a día que nos pueden causar una trombosis profunda. También se debe tener en cuenta que una persona que tiene 80 años es más propensa al riesgo de contraer una trombosis que una persona menor de 50 años, no solo por la edad sino por el proceso de envejecimiento natural. La herencia también es un factor clave a la hora de sufrir una trombosis. Existen tres factores de riesgo para una persona con predisposición a padecer una TVP. Éstos son los siguientes: Más de 2/3 de los coágulos en la pierna se forman por lo general en un centro de salud, convirtiendo a la trombosis en la causa principal de mortalidad en hospitales. Las cirugías, especialmente de cadera y rodilla o cirugía por cáncer, son procedimientos que hacen del paciente una persona de alto riesgo para trombosis. Esto se mide por la cantidad de sangre que se pierde, las horas de la cirugía y los tejidos afectados. El estar en una misma posición por mucho tiempo puede prolongar el riesgo de padecer formaciones de coágulos. Por ejemplo: el reposo en la cama y estar sentado por más de 4 horas seguidas. Otro riesgo se deriva del uso de medicamentos que contengan estrógenos. El estrógeno se encuentra en los anticonceptivos orales y en las hormonas que se utilizan en diferentes terapias. La obesidad -considerada la epidemia del siglo XXI- también se suma a esta lista. Debido a la mala alimentación y a las grasas saturadas, las arterias se pueden taponar ocasionando coágulos. A este fenómeno se conoce como tromboembolismo, un riesgo que aumenta de dos a tres veces el riesgo de TVP en personas obesas.