La especialista destacó la importancia de reconocer la relación estrecha entre estas condiciones.
En Puerto Rico, al igual que en otros países de Latinoamérica, hay una alta prevalencia de la diabetes, la cual es equivalente a enfermedad cardiovascular porque esta afecta los vasos sanguíneos que están en el corazón, en la cabeza y periferia, así lo advirtió la cardióloga Karen Rodríguez, cardióloga directora del comité científico de la American College of Cardiology, capítulo Puerto Rico.
Estimaciones de las organizaciones de salud de la Isla indican que el 15.8% (429,720) de los adultos de la población de Puerto Rico viven con diabetes, según estadísticas del Departamento de Salud en el año 2020. En otras palabras, aproximadamente 2 de cada 13 adultos tiene diabetes en Isla.
Es por esa razón, que la especialista señala que es imperativo el seguimiento debido a los riesgos que los pacientes enfrentan, los cuales son: derrame cerebral, fallo cardíaco congestivo, falta de oxigenación al intestino, o también podrían desarrollar enfermedades renales y terminan en diálisis. “Siendo la diabetes una enfermedad con prevalencia alta, lo más común es ver pacientes con diabetes y alta presión, lo cual complica sus órganos”, indicó.
En este sentido, la Dra. Rodríguez precisó que el objetivo de la comunidad médica es detectar la diabetes temprano y lograr controlarla, ya que muchos pacientes acuden a consulta cuando ya han convivido con la enfermedad por muchos años. "Si hacemos intervenciones tempranas, tendremos poblaciones más saludables y disminuimos estas condiciones cardiovasculares", enfatiza la especialista.
Otro aspecto resaltante es el estilo de vida sedentario que predomina en muchas sociedades en la actualidad; en algunas regiones de la Isla, los pacientes muchas veces no tienen acceso a lugares apropiados para poder caminar y hacer actividades físicas y, al pasar de los años, los pacientes con más actividad física tienen menos eventos cardiovasculares, logrando mantener su independencia por más tiempo.
Por ello, hay varios aspectos que se pueden trabajar para tener una buena salud cardiovascular y que estos pacientes tengan una mejor calidad de vida.
Importancia de la intervención multidisciplinaria
Cuando se sospecha que un paciente tiene factores de riesgo que pueden aumentar la posibilidad de desarrollar enfermedad cardiovascular, esto no comienza en la consulta con un cardiólogo, sino con la atención de los médicos primarios, por lo cual es importante que ellos hagan un buen reconocimiento del paciente, al ser sus médicos de cabecera.
Una vez que llegan al cardiólogo, se comienzan a ver los factores de riesgo que tiene el paciente y cómo se puede mejorar su calidad de vida. En muchos casos, se requiere el apoyo de otros especialistas, tales como los endocrinólogos –para manejar la diabetes, por ejemplo, o la tiroides cuando afecta el corazón-; en otros pacientes, ellos presentan enfermedad renal y se requiere la intervención de los nefrólogos. En cardiología, ocurre una cadena, debido a los órganos que se ven implicados.
Con respecto a la comunidad, es importante la intervención multidisciplinaria, pues, también hay pacientes que tienen afectada la memoria, por el corazón, entonces es necesaria la presencia del neurólogo. De igual manera, los nutricionistas también ocupan un rol importante en la cardiología. "Cardiología no es una especialidad sola, sino que depende de una red de médicos que prestan el apoyo", explica la doctora.
Respecto al uso de la tecnología en la medicina, la doctora reconoce que el Internet ha venido a suplir una cantidad importante de información de la cual el paciente dispone, ya que antes las personas solo contaban con el testimonio de otros que habían tenido afecciones similares. A Rodríguez le encanta cuando un paciente llega educado, ha leído sobre su diagnóstico y entra a consulta con preguntas específicas sobre la condición. Ahora los pacientes llegan en muchas ocasiones empoderados.
La evolución de los tratamientos en su carrera
Hay una serie de tratamientos recientes que no se tenían disponibles anteriormente, así que le tocó atender a pacientes a quienes no se podía ayudar, porque tenían un problema y no tolerarían una cirugía de corazón abierto, pero hoy día a estos pacientes se les puede dar ayuda, hacerles implantes de válvulas, a través de una extremidad, por ejemplo, y mejorar su calidad de vida
Estos pacientes de 80, 85 o 90 años pueden mejorar luego de esos procedimientos. Es una satisfacción para la especialista, ya que no solo ayuda al paciente en sí, sino que toda su familia disfruta de la compañía de su ser querido por más tiempo y con mejor calidad de vida. "Muchas veces no podemos curar, pero sí podemos cuidar", afirma Rodríguez.
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