Un trabajo desarrollado por investigadoras del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas (UPM-INIA), en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), describe la naturaleza química de los ligandos existentes en las proteínas transportadoras de lípidos (LTP), claves en el desarrollo de alergias. El estudio da un paso más en la compresión de las bases moleculares de esta enfermedad.
Las LTP son los alérgenos responsables de las alergias alimentarias con mayor prevalencia y severidad en el área mediterránea. Esto se debe, entre otros motivos, a que están presentes en numerosos vegetales de nuestra dieta (frutas, frutos secos, cereales, etc.).
Si bien se pensaba tradicionalmente que las proteínas eran las únicas responsables de la alergia, desde hace un tiempo se ha demostrado que las moléculas que transportan algunas de ellas (ligandos) también tienen un papel crucial en el desarrollo de esta enfermedad.
Estas investigadoras han logrado describir la naturaleza química de varios de estos ligandos y estudiar algunos de los procesos inmunológicos en los que participan al entrar en contacto con tejidos humanos.
"El principal objetivo de este trabajo fue analizar los ligandos naturales de cuatro proteínas transportadoras de lípidos: Tri a 14 (Triticum aestivum), Art v 3 (Artemisa vulgaris), Par j 2 (Parietaria judaica), Ole e 7 (Olea europea), y comparar su estructura y comportamiento con el del ligando asociado a la proteína Pru p 3 (Prunus persica). Esta última es la proteína responsable de la alergia al melocotón y es una de las LTP de la que tenemos más información", explica Zulema González Klein, primera autora de este trabajo.
Como resultado de dicho análisis las investigadoras comprobaron que los ligandos estudiados compartían una base química muy similar a la de ciertas moléculas existentes en nuestro sistema inmunitario. Además, pudieron determinar altos niveles de semejanza en la estructura de estas proteínas, lo que permite su correcta interacción con los ligandos que transportan.
"A pesar de la capacidad estructural de estas proteínas para unir una gran variedad de moléculas, todas ellas parecen estar producidas en la planta unidas al mismo tipo de ligando. Además, dicho ligando guarda una alta similitud con moléculas propias de nuestro sistema inmunitario. Por ello, al poner en contacto la molécula transportada por estas proteínas con células de epitelio humano, esta es convertida, a través de la acción de una enzima humana, en una molécula capaz de activar nuestro sistema inmunitario gracias a su elevado parecido con un mediador inflamatorio humano", detalla la investigadora.
Las aplicaciones e implicaciones de este trabajo son muy variadas. En primer lugar, pone de manifiesto y revela una de las similitudes fundamentales entre las LTP alergénicas que podría explicar el porqué de su alergenicidad: el hecho de que transportan un lípido de naturaleza similar.
Pero también ofrece datos que permiten avanzar en la respuesta a una cuestión fundamental relativa a las enfermedades alérgicas: ¿cómo una persona sana se convierte en alérgica? Por primera vez, se ha demostrado la naturaleza común de los ligandos transportados por las LTP y su mecanismo de acción durante la sensibilización alérgica: su conversión en el epitelio en una molécula de elevada similitud con mediadores inflamatorios propios de los seres humanos.
Para las investigadoras, la posibilidad de que estos hallazgos abran la puerta al desarrollo de mejores métodos diagnósticos y terapias que sean capaces, no solo de aliviar los síntomas de la enfermedad, sino también de curarla, es una de las principales aportaciones de este estudio, publicado en Biochimica et Biophysica Acta (BBA) - Molecular and Cell Biology of Lipids.
"Las enfermedades alérgicas afectan a cada vez mayor cantidad de la población en los países occidentales. A mediados de la pasada década se estimaba que la cantidad de personas alérgicas de Europa equivalía a la población total de un país del tamaño de los Países Bajos. Teniendo en cuenta que la prevalencia de estas enfermedades no ha parado de incrementar, mejorar nuestra comprensión acerca de las bases moleculares de la alergia nos permitirá, no solo mejorar la calidad de vida de los pacientes alérgicos, sino aliviar a los sistemas sanitarios de la carga que supone este conjunto de enfermedades inflamatorias tanto en términos económicos como de ocupación hospitalaria", concluye González Klein.