Se suele creer que es más estimulante para el bebé ir mirando hacia fuera, de cara al mundo, pero esta postura es antinatural.
Cuando elegimos una mochila de porteo, por lo general buscamos aquellas que nos permitan cargar al bebé de frente, sin embargo, para los expertos cargar a los bebés de esta manera no es recomendable; aquí te comentamos por qué.
- Entre más pequeño sea el niño, mayor es la curvatura que tiene en la columna vertebral acorde a su crecimiento. Por lo general, esta curvatura suele desaparecer después del gateo y al inicio de los primeros pasos del niño. Cuando cargamos al bebé en la mochila de porteo mirando hacia adelante, lo que hacemos es forzar a la espalda a estirarse de forma poco natural.
- Las piernas se deben a abrir en posición de M, manteniendo las rodillas más alto que los glúteos y a la altura del ombligo, de esta manera se previene la displasia de cadera. Ahora bien, cuando porteamos al bebé hacia afuera, las piernas quedan a la altura de los glúteos y el bebé puede, incluso, quedar colgando sobre sus genitales. Esta posición forzada puede aumentar el riesgo de aparición de displasia de cadera.
- El bebé no encuentra un apoyo correcto para la cabeza, de manera que, en caso de que se duerma, la cabeza se le caerá a los lados.
- Cargarlo hacia adelante, no solo supone molestias para el bebé, sino también para el porteador. Como el peso del bebé no descansa sobre nuestro cuerpo, sino sobre el cargador, la mayor fuerza la estaremos cargando en la espalda, provocándonos dolor.
- Cuando cargamos a un bebé menor de 6 meses mirando hacia el frente, lejos de estar haciéndole un bien, estamos estimulándolo en exceso, ya que a esa edad no tiene la capacidad para entender toda la información que reciben cuando van mirando de frente. Cargarlos de espalda, les permite poder refugiarse y dormir cuando se encuentren cansados.
La postura del bebé mirando hacia fuera es antinatural. La forma natural de la espalda es en forma de C y al tenerla contra el cuerpo del porteador no le es posible mantener esta posición, siendo perjudicial tanto para el bebé como para la persona que portea, ya que hace que inconscientemente fuerce su propia espalda para contrarrestar la postura.
La postura natural es la de acople entre porteador y bebé, el cuerpo del bebé en contacto con el pecho de porteador. Demás está decir que el porteo facilita la lactancia materna, ya que con un simple gesto el bebé puede tener acceso al pecho de mamá. Si está cansado gira la cabeza y se duerme tan a gustito en su pecho.