A diferencia del huracán Maria, Puerto Rico afronta las consecuencias de este desastre natural en medio de la pandemia y con un próximo pico de influenza.
El huracán Fiona, que tuvo su paso por Puerto Rico durante el fin de semana, representa un nuevo reto para los profesionales de la salud, médicos y la comunidad en general, ya que ocurrió en medio de la pandemia por el COVID-19 y con un próximo pico de influenza. Así lo afirmó, la Dra. Marielys Otero Maldonado, infectóloga puertorriqueña y especialista en Enfermedades Infecciosas en Manatí Medical Center (MMC), en diálogo con la Revista Medicina y Salud Pública.
“Este momento de emergencia del huracán Fiona, a diferencia de Maria, trae un reto y es que seguimos teniendo la pandemia del COVID-19 y empezamos a tener también la temporada pico de la influenza. Sin embargo, podemos tomar medidas para evitar el contagio de estas enfermedades trasmisibles de persona a persona”.
Recomendaciones para prevenir contagios de COVID-19 y otros virus
Las medidas que recomienda la infectóloga van dirigidas a la población que se encuentra en los refugios habilitados por las inundaciones y deslizamientos que se generaron, al personal médico de hospitales, centros de salud y comunidad general.
Al respecto, afirmó que, “el lavado de manos sigue siendo una herramienta superimportante para evitar los contagios. Esto es para todo, después de tocar cualquier superficie; cuando preparamos alimentos; cuando vamos al baño o al interactuar con las mascotas en los refugios, hay que lavar las manos antes y después”.
Protocolos de bioseguridad en medio de la emergencia
Además, enfatizó que lo ideal sería que las personas ubicadas en los refugios utilicen mascarilla, tanto en espacios cerrados como abiertos, ya que allí, están en un espacio limitado por la contingencia.
“En espacios abiertos hay que guardar 6 pies de distancia entre una persona a otra si no tenemos la mascarilla”, sugirió.
En el caso de los profesionales de la salud que están brindando sus servicios en diferentes centros médicos del país, recomendó seguir utilizando las mascarillas, ya que eso hace la diferencia entre contagiarse y no contagiarse”, teniendo en cuenta la situación que viven los hospitales por cuenta de las fallas en la energía eléctrica.
Otra recomendación adicional que brindó la infectóloga para las personas refugiadas es “tratar de usar ropa ligera, fresca, que se pueda usar ropa limpia todos los días, porque la ropa sudada puede traer consigo algunas bacterias. Si estamos en contacto con escombros, también hay que cambiar la ropa”.
Lugares con mayor riesgo de contagio
Cabe mencionar que estar cerca de escombros, muebles dañados o material de hogares que se perdieron por inundaciones es un riesgo de contagio de múltiples infecciones como la leptospirosis, una enfermedad bacteriana que se trasmite a través de los roedores y Puerto Rico tiene un peligro potencial de reportes de estos contagios.
Además, la especialista aseguró que no hay que bajar la guardia frente al COVID-19. “En los baños hay que usar mascarilla, ya que allí hay acumulación de diferentes cuerpos virales, porque las partículas se quedan en el ambiente. En el caso del COVID-19, las partículas se pueden quedar 4 horas”, informó la Dra. Otero.
Con relación a la vacunación contra el Coronavirus, la infectóloga recordó que, “se define como vacunas al día para mayores de 50 años las 4 dosis y ahora tenemos la bivalente. Todos los que tenemos más de 18 años deberíamos tener la bivalente para estar formalmente vacunados y ya está disponible”.
Situación del COVID-19 en Puerto Rico
De acuerdo con el reporte más reciente del Departamento de Salud, en las últimas 24 horas se detectaron 32 nuevos contagios de COVID-19 con prueba molecular, 157 casos probables con prueba de antígeno, 10 personas fallecidas, 204 adultos hospitalizados y 28 hospitalizados pediátricos.
La tasa de positividad del COVID es del 16.4 % y el 32.66 % de la población puertorriqueña tiene las vacunas al día.
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