Por: Paula Alejandra Rojas
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Zion Harvey pasó a la historia de la medicina mundial por ser el primer niño en recibir un trasplante de manos. La operación, tras dos años de haberse realizado, hoy ratifica su éxito.
Cuando Zion Harvey tenía dos años, debido a una septicemia, fue sometido a una amputación de manos. Por esta razón, seis años después, se convirtió en el paciente más joven en recibir un trasplante doble de manos.
Para la operación, que se llevó a cabo en el Hospital Infantil de Filadelfia, en Estados Unidos, en julio de 2015, se necesitaron cuatro equipos de cirujanos, cuarenta especialistas, y tuvo una duración de 11 horas, en las cuales los médicos tuvieron que unir arterias, venas, músculos, tendones y nervios.
La razón por la cual los médicos lo eligieron para el trasplante, fue porque estaba tomando fármacos inmunosupresores, debido a que por la infección también le había sido trasplantado el hígado.
Así fue como tras la operación progresivamente Harvey fue mostrando mejoría. Días después de la intervención quirúrgica, Harvey pudo empezar a mover sus dedos, utilizando los ligamentos originales de sus extremidades. Según los especialistas, con el crecimiento de los nervios, Harvey pudo empezar a mover los músculos de las manos, aprendiendo a llevar a cabo actividades de su vida diaria como alimentarse o escribir. A los ocho meses ya usaba tijeras y pintaba con lápices. Al año pudo batear con las dos manos.
En la actualidad, Zion Harvey es capaz de comer, escribir y vestirse solo. Asimismo, continúa en terapia diaria para aumentar el funcionamiento de las manos. Además, los escaneos han mostrado que su cerebro se está adaptando a sus nuevas manos, mediante el desarrollo de nuevos caminos para controlar los movimientos y experimentar sensaciones.
CASO FALLIDO
Sin embargo, no todos los casos de trasplante de manos han sido un éxito. Jeff Kepner, americano de 65 años, quien fue la primera persona a la que se le realizó un trasplante de manos en Estados Unidos, afirma que hubiera preferido conservar sus prótesis artificiales.
Después de la cirugía, y tras terapias y continuas visitas al especialista, Kepner nunca desarrollo el tacto en sus extremidades. Por ello, se sometió a tres cirugías adicionales en las que le removieron cicatrices y le instalaron dos piezas de titanio para fortalecer los huesos, sin embargo, estas intervenciones tampoco tuvieron efecto porque no pudo mover sus manos.
Tiempo después, Kepner pidió que le removieran los trasplantes dobles para volver a instalarle las prótesis. Pero, los especialistas le informaron que si le quitaban por completo los trasplantes, no tendría suficiente soporte para usar prótesis. Y si amputaban parcialmente los brazos de su donante para preservar el antebrazo había una fuerte posibilidad de que rechazara las prótesis.
Solo 85 personas en el mundo han recibido trasplantes de manos y brazos. Y, en la actualidad, continúan realizándose investigaciones para alcanzar un mejor conocimiento acerca de este tipo de intervenciones.