César Fuquen Leal
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
La situación migratoria que está atravesando América ha sobrepasado el límite y está en su punto máximo. A la caravana de inmigrantes hondureños que se dirigen a Estados Unidos, se han sumado personas de otras nacionalidades. A causa de este fenómeno social, varios organismos de salud se han visto obligados a tomar medidas para frenar los efectos adversos de esta situación.
La migración de estas personas genera diversas complicaciones, no solo a nivel político y social. También es la causa principal de serios problemas de salubridad. Estos expatriados han tenido que enfrentarse a diversos factores medioambientales como los cambios bruscos de temperatura, fuertes vientos y lluvias propias del actual cambio de estación. En consecuencia, un buen número de virus e infecciones han inoculado los organismos de esta población, disminuyendo su calidad de vida y generando graves complicaciones en su salud que se propagan aceleradamente.
Un aspecto importante a resaltar sobre estos cambios climáticos, es la falta de costumbre de los emigrantes a ellos. Países como Honduras, Guatemala o Venezuela poseen un clima cálido-templado, mientras que en Estados Unidos deben hacer frente a la nueva estación que se aproxima: el invierno. Frente a este tema, Luis Martínez, coordinador del sistema de urgencias de la Secretaría de Salud Local de México, dijo en entrevista con elheraldo.com que: “Vienen de un clima caliente y aquí está bajando cada vez más la temperatura. Más el desgaste, la gente no está acostumbrada a estas jornadas de caminata, mal comidos y dormidos”.
Estudios recientes han analizado la prevalencia de enfermedades como la influenza, la sífilis, el VIH, la tuberculosis, entre otras patologías presentes en las poblaciones inmigrantes. Algunas de las mencionadas se están presentando en los forasteros mencionados, según últimos informes.
En la caravana que se desplaza hacia Estados Unidos, los más afectados por estas enfermedades son los niños debido a sus sistemas inmunológicos poco fortalecidos. En otros casos, los menores se ven afectados seriamente por enfermedades gastrointestinales, asociadas al extenso trayecto y la falta de alimentos y agua potable.
Además, en el grupo de exiliados ya se han detectado varios casos de tuberculosis, una enfermedad altamente contagiosa que puede incluso causar la muerte. Se debe tener en cuenta que esta infección se presenta mayormente en personas de escasos recursos y pobreza extrema. Se puede decir que los pacientes reflejan las diferencias socio-económicas de los países industrializados en comparación con los países de baja renta.
A esta situación se debe añadir que es una anomalía frecuente en la población inmigrante que en la autóctona de los países industrializados donde migran. Es decir, los migrantes transportan con ellos este virus de rápida propagación.
Se estima que alrededor de 4.000 latinos atendieron el llamado de la caravana migrante para salir de su país y dirigirse a otros. Como se mencionó, debido al contacto directo que estas personas han tenido con diversos factores naturales, el índice de enfermedades e infecciones ha aumentado significativamente. AFP reportó el caso de una niña hondureña de 4 años que se desmayó debido a altas temperaturas de fiebre, glucosa elevada y desnutrición en el trayecto hacia la frontera con Estados Unidos.
Como el anterior caso, son repetidas las escenas de enfermedad, cansancio y malnutrición que se evidencian en la población inmigrante que viaja en busca de oportunidades. En la mayoría de casos, las personas que decidieron unirse a esta caravana intentan dejar atrás a varios de los países más violentos del mundo, altas tasas de pobreza y desigualdad social, factores que inciden directamente en su calidad de vida y en las condiciones de salud en las que salieron del país o en las que se están movilizando en su trayectoria.
Esta situación ha elevado las alarmas, no solo en Estados Unidos sino en los países que atraviesa la caravana de inmigrantes. Más allá de una simple creencia, los ministerios y departamentos encargados de la salud en esas naciones aseguran que estas enfermedades empezarán a tener prevalencia en los territorios que estos migrantes pisen. Bajo algunas salvedades, esta advertencia podría ser cierta, pero si se toman las medidas necesarias de salubridad y los cuidados necesarios, probablemente se logren mitigar estas anomalías.