Hoy, la joven es estudiante de medicina y paciente de cáncer, aspectos que, según ella, le permitirán centrar su atención en los pacientes y en la inmunoterapia.
Daniela Pinto M
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
En febrero de este año Tatiana Polanco recibió una de las mejores noticias de su vida: fue admitida en el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico. Sin embargo, días después, le diagnosticaron linfoma de Hodgkin clásico. Hoy, la joven es estudiante de medicina y paciente de cáncer, aspectos que, según ella, le permitirán centrar su atención en los pacientes y en la inmunoterapia.
“Lo primero que le pregunté al Dr. Luis Montalvo es que si iba a ser posible, porque nunca había escuchado a nadie que estuviese bajo tratamiento y estudiando medicina o hasta trabajando”,
aseguró la joven en entrevista exclusiva con la Revista Medicina y Salud Pública (MSP).
“El Dr. me dijo que todo era posible si yo estaba determinada a hacerlo porque él me iba a apoyar y que tenía que pedir ciertos acomodos, claro, porque no soy una estudiante como todos los otros...unos días tengo quimioterapia, en los otros no me siento tan bien”,
agregó.
No es la primera vez que Tatiana Polanco lucha contra una enfermedad. En high school le detectaron tumores benignos en sus senos. Luego, en 2018, le diagnosticaron sarcoidosis, una enfermedad resistente al tratamiento. “Los doctores piensan que esa enfermedad propició que yo desarrollara cáncer porque está muy unida en la literatura”.
A partir de esta experiencia, Tatiana Polanco, decidió estudiar medicina y no psicología. “Me abrió la mente a esto de medicina, al trato de los pacientes porque en el camino he visto diferentes tipos de doctores. Algunos se envuelven con uno, realmente te quieren ayudar y tu sientes ese amor que le tienen a la profesión; y también los doctores que realmente no toman su tiempo y no se envuelven tanto en ti. Me gustan los primeros y pensé que yo quería ser así en un futuro, quería ayudar a pacientes a estar bien de nuevo, a devolverle su salud, su felicidad y ahí empezó mi amor por la medicina”, agregó la estudiante a MSP.
Su experiencia también le ha ayudado a tener otra perspectiva entre médico y paciente. “Tengo una mejor perspectiva en cómo atender a las personas porque ya se como me gustaría que a mí me estén tratando en ese momento”.
Paola, como todos los jóvenes, además de dedicarse a sus estudios, tiene una vida personal donde disfruta sus momentos de ocio. Sin embargo, con su diagnóstico, le ha tocado dividirse en tres.
“Mi papá vive en Estados Unidos y él me llamó el sábado después de mi quimioterapia y me dijo 'me imagino que estás acostada durmiendo' y yo 'no, estoy estudiando para no perder tiempo'”,
dijo la joven.
En agosto inició sus estudios en el Recinto de Ciencias Médicas y le ha tocado prepararse para los exámenes como si fuera un final de curso en bachillerato. De esta forma Paola encontró un balance.
“Yo no cogí un año (de descanso) porque yo creo que estar ocupada, enfocada en una meta, me mantiene bien entre todo. Yo no sé dónde estaría si no estuviera haciendo nada en casa. La gente empieza a 'maquinarse' y entonces se deprime, y no me gusta”.
Actualmente solo tiene una restricción: no puede asistir a hospitales por estar inmunocomprometida al contagio de una enfermedad, por lo menos hasta que termine las quimioterapias.
La relación con sus compañeros ha sido sido de sinceridad absoluta. “Al principio pensaban que tenía alopecia porque este pelito es nuevo, me acaba de salir, cuando comenzamos los cursos yo no tenía nada. No me preguntaban directamente, pero cuando hablábamos de cáncer en las clases me miraban a ver si reaccionaba”.
Paola habla sin tapujos sobre su enfermedad pues para ella no existe ningún tabú. Por eso comenzó un canal de Youtube en el que, además de contar su historia, intenta iniciar una conversación con otros pacientes que no se atreven a hablar del tema.
“Cuando vi que no existía realmente tratamiento para las enfermedades autoinmunes como la sarcoidosis, que realmente no sabemos qué las causa ni cómo curarlas, a mí me empezó a interesar un montón la inmunología”,
dijo Polanco.
Agrega que el tratamiento de cáncer en un futuro se dirigirá a la inmunoterapia, pues cuando se tratan las células cancerosas los efectos secundarios serían menos que los de la quimioterapia. Así le brindaría a los pacientes una mejor vida.
“Me gustaría investigar en la inmunoterapia, pero no solo sobre el cáncer sino en general. Con la enfermedad autoinmune hay mucho espacio para investigar, para crear drogas que ayuden a curar. Espero que en algún momento encontremos una cura para todas estas enfermedades porque hay gente que vive con dolor crónico y no hay nada realmente que se los quite. A mí me gustaría ser parte de encontrar esa cura”,
finalizó.