Los nacimientos por cesárea en América Latina continúan superando ampliamente el índice recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), especialmente en el sector privado.
Por: Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública y BBC
Los nacimientos por cesárea en América Latina continúan superando ampliamente el índice recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), especialmente en el sector privado.
En muchos países latinoamericanos, como Puerto Rico, Uruguay, Argentina, Brasil, Chile, México, República Dominicana y Guatemala, el promedio de nacimientos por cesárea se ubica entre el 20% y 30% en los hospitales públicos y entre 40% y hasta 80% en el sector privado.
Según la OMS la cifra de cesáreas no debería sobrepasar el 15% del total de nacimientos.
En busca de disminuir las operaciones quirúrgicas y aumentar el número de partos naturales en la región, diversas organizaciones abogan por lograr que las mujeres estén más informadas, conozcan los riesgos de las cesáreas y dejen de pedirlas o de aceptarlas, en algunos casos.
En Puerto Rico se presentó un proyecto de ley que pretende reducir el incremento de cesáreas, los cuales representan un 46.3% de los partos en la Isla, según datos del Departamento de Salud de la nación caribeña.
E Proyecto del Senado 363 busca obligar a los obstetras, así como cualquier instalación en Puerto Rico en la cual se realicen partos, a rendir informes trimestrales sobre el número de cesáreas, partos inducidos, partos vaginales que realizan, en los que especifiquen el nivel de riesgo de los alumbramientos y las justificaciones para las cesáreas o inducciones a las cesáreas. El Proyecto es un intento reiterado de la delegación del Partido Independista en el Senado.
"Yo tuve a mi primer hijo por cesárea después de 10 horas de trabajo de parto porque no dilataba. En mi segundo embarazo el médico me ofreció esperar a que naciera naturalmente o ir a cesárea, y como yo había pasado lo más bien la cesárea anterior preferí esta opción", explicó Mariana Grunfeld.
Valeria Herrera temía el dolor y la experiencia del parto y no dudó en pedirle a su ginecólogo una cesárea. "Apenas quedé embarazada le dije que ni loca pasaba por el parto y el médico respetó mi decisión", explicó.
Casos como éstos son los que mantienen las estadísticas en un nivel elevado.
El ex-presidente de la Asociación Médica y del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, el ginecólogo obstetraa Freddy Román, indicó que, "los médicos deciden realizar una cesárea cuando el parto vaginal no es posible o implica peligro para la vida del bebé. Actualmente no es una operación peligrosa, aunque la recuperación es más lenta, por lo que la paciente tendrá que permanecer más días en el hospital. En algunos casos la cesárea se programa antes de que se inicie el parto porque durante el embarazo ya se ha diagnosticado algún problema que impide el parto por vía vaginal. En otros, se plantea como una salida de urgencia ante una complicación durante el parto".
"Sea cual sea la razón, se trata de la operación más frecuente dentro del campo de la ginecología y hoy en día apenas entraña riesgo", dijo Román.
Un estudio realizado en la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico destaca que, entre las razones obstétricas maternas para realizar una cesárea se colocó como las primeras la hipertensión (60%), patrón anormal del progreso o arresto en el parto (54%), desproporción cefalopélvica y cesáreas previas (33%), entre otras.
Entre las razones fetales que inducen a que un ginecólogo obstetra realice una cesárea se colocó como la primera el ritmo anormal cardíaco fetal (83%), una mal presentación del feto (60%), macrosomia fetal (peso o tamaño excesivo del bebé) (43%), entre otras.
La partera Gilda Vera, coordinadora de la Red Latinoamericana Relacahupan, dijo que si bien en muchos casos las cesáreas son necesarias y justificadas, se recurre a esta operación quirúrgica de forma excesiva por comodidad, por conveniencia tanto de las madres como de los profesionales, y por razones económica.
"Se ha comprobado un incremento de cesáreas en vísperas de feriados, de fines de semana largos, de las fiestas navideñas, y de grandes congresos porque los médicos no quieren quedarse en la ciudad esperando un parto", dijo a modo de ejemplo.
Vera también señaló un motivo económico, ya que según explicó, el médico cobra más por practicar una cesárea que por su trabajo en un parto normal.
Gerardo Vitureira, quien se desempeña como ginecólogo tanto en hospitales públicos como privados, aseguró que esos argumentos son "muy simplistas", y no cree que el alto número de cesáreas pueda atribuirse al factor económico, aunque no descarta que pueda ocurrir en algunos casos aislados.
Sin embargo, señaló que uno de los principales factores que llevan a los médicos a realizar más cesáreas de las que deberían, es el temor a tener que enfrentarse a la Justicia.
Informar a las mujeres y extender las clases de preparación a parto podrían reducir las cesáreas.
"No hay que negar el tema de las presiones del punto de vista legal. Si haces una cesárea y hay una complicación nadie te va a decir: ¿por qué no hiciste un parto? Pero si es al revés, estás expuesto" aseguró.
Y añadió que "el temor a verte envuelto en un juicio, independientemente de la sentencia o sanción económica que pueda haber, está en el subconsciente de cada uno de nosotros".
Otro motivo que conduce a cesáreas es el mayor uso de tecnología y el intervencionismo obstétrico. Si bien en muchos casos la tecnología ayuda a disminuir riesgos o salvar vidas, al mínimo problema se pasa al quirófano, cuando quizás se podría resolver de otra forma y terminar en un parto normal, señaló Vitureira.
Según Vera, "hay muchos médicos, parteras y enfermeras que han evolucionado hacia buscar un parto natural pero nos falta llegar a la gente, que las mujeres sepan que tienen derecho a ser informadas para tener un parto natural".
"La mujer tiene que ser partícipe de lo que pasa en su cuerpo cuando va a dar luz y que no sea la invitada a algo que está pasando dentro suyo", dijo el ginecólogo.
Algunos gobiernos se pusieron como meta hace unos años bajar el índice de cesáreas, sin demasiado éxito.
La principal tarea para los activistas en pos de la humanización del nacimiento es informar a las mujeres y lograr la universalización de las clases de parto.
Hablando de derechos, Vitureira entiende que los médicos deben respetarlos, y eso incluye atender a las demandas de cesáreas de parte de las mujeres que las piden.
"Hay un número importante de mujeres que dicen que no quieren tener la experiencia del parto. Entonces como médico, uno le explica los riesgos, los beneficios y la mujer decide", señaló el médico.
Las motivaciones y expectativas personales de las mujeres, las razones personales y profesionales de los médicos, los temores o la forma en que está organizado el sistema de salud, hacen que sea difícil esperar una disminución en el número de cesáreas a corto plazo.