Un 84% de los decesos a causa del sarampión ha disminuido en el mundo entre el año 2000 y 2016, según ha confirmado la Organización Mundial de la Salud. Un resultado que se ha conseguido luego del fuerte trabajo de sensibilización de parte de esa entidad.
El sarampión es una de las principales causas de muerte en los niños a nivel mundial, es ocasionado por un virus de la familia Paramixovirus, se transmite a través del contacto directo y del aire. Empieza por afectar el sistema respiratorio y luego se extiende por todo el organismo llegando a ser letal.
Los países se han unido al llamado de la OMS a la lucha contra esta enfermedad y desde 2009 hasta hoy, se han vacunado cerca de 5.500 millones de niños.
Sólo con la vacuna anual, se han salvado y beneficiado cerca de 1,3 millones de personas en el mundo y la meta de vivir en un mundo sin sarampión va por muy buen camino.
Así lo destaca Robert Linkins, de la Iniciativa Sarampión y Rubéola, ente que conglomera a Naciones Unidas, Unicef, la OMS, Cruz Roja y los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos.
Pero, aunque las cifras sean positivas, el trabajo continúa, aún hay 20,8 millones de niños que no han recibido la primera dosis de esta vacuna. Estos niños corresponden sobre todo a países como Nigeria (3,3 millones), India (2,9),
Pakistán (2), Indonesia (1,2), Etiopía (0,9) y República Democrática del Congo (0,7).
La meta es que ningún niño quede sin vacunarse y erradicar la enfermedad por completo. Asimismo, la OMS insta a los países a evitar las barreras de la vacunación, permitiendo que todos los niños reciban estas dosis, sin importar el sitio en el que vivan.
¿Cómo detectar la enfermedad?
El síntoma principal es la fiebre alta prolongada de 4 a 7 días, esta se acompaña de rinorrea, tos y ojos llorosos. Al cabo de unos días, aparece en rostro y cuello, un exantema o erupción cutánea durante 5 o 6 días y luego se desvanece.
Si no se tienen los cuidados indicados, la enfermedad puede llegar a agravarse y tener consecuencias como la diarrea grave, la encefalitis, la ceguera, neumonía, entre otras como la muerte, que sobre todo se da en niños desnutridos. La mejor manera de prevenir la enfermedad es la aplicación de la vacuna que es efectiva y segura y se suele combinar en campañas de inmunización masiva.