Con el paso del tiempo, la neumonía neumocócica se ha fortalecido a tal grado, que se ha generado inmunidad a los antibióticos utilizados normalmente para combatirla. Es así como, las terapias han evolucionado esperando vencer esta batalla del neumococo.
El neumococo es la bacteria más común causada por la pulmonía. Existen otros tipos de pulmonía que se adquieren en los hospitales. “El neumococo con los años ha ido cambiando su resistencia a los antibióticos, como lo es la penicilina, así que, hay otros tipos de antibióticos que cubren muy bien y, se trata de la familia de las quinolonas en la que sobresale una en particular al neumococo resistente. Hay otra que se llaman los macrólidos de segunda generación, derivados de la hidroxicina utilizados para cubrir este tipo de bacterias”, explicó en exclusiva el doctor Luis Nieves Garrastegui, neumólogo y anterior presidente de la Sociedad de Neumología de Puerto Rico, para la Revista Medicina y Salud Pública (MSP).
“En cuanto a los tratamientos depende del diagnóstico y las complicaciones que el paciente pueda tener. Primero se debe realizar un examen físico para evaluar los síntomas del paciente y, luego se le realizan unas pruebas diagnósticas como radiografía de pecho y laboratorios de sangre. Posteriormente se determina si la pulmonía es simple, complicada o es si es una pulmonía que pueda comprometer al paciente por sus condiciones preexistentes”, explica el neumólogo.
Prevención
Neumonía significa infección en los pulmones y neumocócica se refiere a la causa que está ocasionando la enfermedad. Un padecimiento que con el paso del tiempo se ha ido fortaleciendo y en lo que el sistema de vacunación se ha vuelto indispensable para su prevención.
El doctor Nieves además indica que otro de los avances que hay es que antes había una vacuna única que tenía dosis cada cinco años, con 23 cepas más comunes que daban la condición, y ahora, hay una segunda vacuna para los adultos con un intervalo de un año logrando que el paciente esté vacunado de por vida.
Además, el especialista indica que el lavado de manos, algo que se está promocionando reiteradamente desde la pandemia, ayuda a evitar el contagio de esta enfermedad pulmonar.
Quinolonas
Las quinolonas actúan inhibiendo enzimas (topoisomerasas) indispensables en la síntesis del ADN y probablemente por fragmentación del ADN cromosómico. Tienen una actividad bactericida que depende de la concentración. Su espectro se ha ido ampliando, sobre todo desde la introducción de un átomo de flúor en la posición 6 (fluoroquinolonas).
Se usan en una gran variedad de infecciones como tratamiento de elección o alternativo, tanto en el ámbito hospitalario como extrahospitalario. Según el compuesto, se emplean en infecciones del tracto urinario, enfermedades de transmisión sexual, osteomielitis crónica, infecciones del tracto respiratorio e infecciones sistémicas graves, entre otras.
El surgimiento y la extensión de resistencia a quinolonas han limitado su uso en algunos casos y puede condicionarlo en el futuro en otros. Existen estrategias para minimizar la extensión de la resistencia.