Continúa recobrando importancia la intervención de los cirujanos vasculares y endovasculares.
La medicina vascular y endovascular de Puerto Rico insiste en continuar mostrándole al mundo su evolución y el éxito en las técnicas quirúrgicas a la hora de trabajar en el quirófano.
Y es que médicos cirujanos del Programa de Residencia de Cirugía Hospital Episcopal San Lucas de Ponce, capitaneados por el Dr. Jorge Martínez Trabal, director, donde médicos se enfrentaron victoriosamente a un caso raro de una aneurisma en la arteria cólica media, donde sus colaterales suplían sangre al hígado y bazo con el que se toparon los especialistas incidentalmente.
El caso fue relatado en exclusiva a la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP) por el Dr. Gabriel Pereira Torrellas, quien condujo el abordaje y tratamiento clínico del paciente de 62 años junto con el Dr. Martínez Trabal.
El mismo tenía un historial de hipertensión, enfermedades degenerativas de los discos, no fumador, sin historial de cirugías abdominales hiperplasia y cáncer de la próstata. No tenía historial previo de cirugías abdominales.
En el quirófano los médicos se unieron para operar ambulatoriamente una aneurisma intraabdominal de sobre 4 centímetros que ocurría en una arteria cólica media (rama de la arteria superior mesentérica) ocluida y que a su vez, suplía sangre hacia el hígado y bazo, tratándose de un caso que ocurre solo en un 5% de los pacientes que sufren del ensanchamiento anormal de una arteria, según expuso el médico a la revista MSP.
“En la literatura solo hay aproximadamente 3 mil casos documentados de este tipo de aneurisma. Se trata de un caso raro donde no es la arteria que está supliendo la sangre, sino la aneurisma y sus colaterales. La importancia clínica del caso es que los pacientes con aneurisma del mesenterio o viscerales usualmente llegan en un ambiente clínico donde en el 20% de los casos ya se puede apreciar una ruptura en la arteria, pero en este caso el paciente estaba asintomático”, sostuvo Pereira Torrellas a MSP.
“Como es tan inusual, es bien difícil hacer diagnóstico una vez rota (la arteria) y paciente tiene alto riesgo de mortalidad por el sangrado. Es bien difícil caracterizar estas aneurismas por sonograma o CT Scan abdominopélvico, así que decidimos hacerle un arteriograma selectivo para confirmar que tipo de aneurisma tenía el paciente. Confirmamos que el paciente tenía una aneurisma en la arteria cólica media y que el tronco o arteria celíaca estaba obstruida”, declaró.
Mediante una laparotomía exploratoria y una incisión retroperitoneal “se disecó la aneurisma, se puso un parcho a la misma para que continúe el flujo de sangre”, formuló Pereira Torrellas.
Para el cirujano vascular y endovascular, doctor Martínez Trabal, este caso demuestra una vez más que en la isla existen médicos preparados a la vanguardia de la medicina quirúrgica y que la vida de éste tipo de pacientes dependerá de que éste el especialista que intervenga en su caso.
“Estos casos son inusuales y es importante entender que en Puerto Rico existe el expertise para lidiar con estas situaciones inusuales. Lo que hace este caso importante es el hecho de que toda la circulación a bazo e hígado pasan por el aneurisma y el que falte la terapia endovascular y/o un especialista le puede costar la vida al paciente”, esbozó a la revista MSP.
“Aunque una serie de otros especialistas pudieran aventurarse a tratar estas patologías, nadie como el especialista en problemas vasculares para tratar este paciente. Estas aneurismas poco comunes se identifican usualmente de manera incidental. Una vez se detectan, debe ser referido (al cirujano vascular y endovascular) ya que ésta situación específica se encuentra en manos de un cirujano vascular. No es solo un aneurisma, fue un aneurisma en la vía colateral que alimentaba el bazo e hígado”, concluyó el cirujano.