Los investigadores sugieren que el estigma contribuye a unas tasas más altas de consumo de alcohol, tabaquismo y 'malestar psicológico'.
Los investigadores sugieren que el estigma contribuye a unas tasas más altas de consumo de alcohol, tabaquismo y 'malestar psicológico'.
Un nuevo estudio encuentra que es más probable que las personas lesbianas, gays y bisexuales beban y fumen de forma empedernida, otra señal de que se enfrentan a riesgos de salud adicionales.
Los hombres gays y los bisexuales de ambos sexos también son más propensos a reportar un "malestar psicológico" de moderado a grave, y las lesbianas se enfrentan a un riesgo más alto de tener una salud mala o regular que otras mujeres, reportaron los investigadores.
El estudio, que refleja los hallazgos de investigaciones anteriores, no determina el motivo de que las personas gays, lesbianas y bisexuales se enfrenten a esos riesgos de salud más elevados.
Pero los autores del estudio sugirieron que la discriminación provoca estrés, y que podría ser un factor contribuyente.
"El estigma y la discriminación contra la población LGBT puede conducir a unos niveles más bajos de autoestima, y provocar sentimientos de vergüenza y rechazo"
explicó el autor del estudio, Gilbert González, profesor asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville.
En el estudio, los investigadores examinaron los resultados de la Encuesta nacional de entrevista de salud de 2013 y 2014. Ambas encuestas fueron las primeras en incluir preguntas sobre la orientación sexual. El equipo de la investigación se enfocó en los resultados de las encuestas de 525 lesbianas, 624 hombres gais y 515 bisexuales, y los compararon con los de 67,150 personas heterosexuales. Todos los participantes eran adultos.
Algunos de los hallazgos principales:
Los investigadores encontraron que las brechas persistían incluso después de ajustar las estadísticas para que no las sesgaran factores como unas cantidades altas o bajas de encuestados que compartieran factores como la edad, el nivel educativo y la etnia.
Brian Mustanski, profesor asociado de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago, que estudia temas LGBT, dijo que el estigma sí que parece tener un rol. Su investigación ha vinculado el acoso intenso contra los jóvenes LGBT con unas tasas más altas de depresión.
Susan Cochran, profesora de epidemiología de la Universidad de California, en Los Ángeles, que estudia la orientación sexual y la salud, apuntó que los hallazgos no son nuevos. También advirtió que un riesgo más alto de problemas de abuso de sustancias y salud no significa que haya una certeza de que una persona los sufrirá. "Ser gay, lesbiana o bisexual no conduce necesariamente a esto", dijo.
Además, factores más allá de la orientación sexual podrían tener un rol, añadió. "Por ejemplo, las mujeres que trabajan son más propensas a beber, al igual que las mujeres blancas, pero las mujeres que crían a niños pequeños son menos propensas a beber. Así que las lesbianas (que son más propensas a trabajar, a ser blancas y a no criar niños) beben más", comentó.
Los investigadores pueden intentar ajustar sus hallazgos para que factores como ese no los sesguen, dijo Cochran. Pero otros son imposibles de plasmar, añadió, como las diferencias en las culturas heterosexuales y lésbicas sobre la aceptabilidad de beber en bares.
El estudio fue publicado en la edición en línea del 27 de junio de la revista Annals of Internal Medicine, para que coincidiera con su presentación en la reunión anual de investigación de AcademyHealth, en Boston.