Los pacientes se vuelven más vulnerables a medida que la función del órgano se reduce, encuentra un estudio.
A medida que la función renal se reduce, el riesgo de infección aumenta, demostró un estudio reciente.
Las infecciones a las que se enfrentan las personas con enfermedad renal avanzada incluyen enfermedad del tracto respiratorio inferior, infecciones del tracto urinario y septicemia, apuntaron los investigadores.
Los hallazgos aparecen en la revista Clinical Journal of the American Society of Nephrology.
"Dado el hecho de que la enfermedad renal crónica sigue sin diagnosticarse ni reconocerse lo suficiente en la mayoría de sociedades, nuestros hallazgos podrían ayudar a los pacientes y a los profesionales clínicos a hacerse más conscientes de la enfermedad renal crónica y sus complicaciones", comentó el autor colíder, Juan Jesús Carrero, del Instituto Karolinska, en Suecia.
"A su vez, esto podría ser útil para identificar a los pacientes con un riesgo más alto de infección y orientar las conversaciones sobre las estrategias de prevención, como la planificación de las vacunas y de los servicios de salud", apuntó Carrero en un comunicado de prensa de la revista.
Los investigadores rastrearon datos recogidos durante 12 meses de 1.1 millones de suecos que participaron en un estudio que examinaba las medidas de función renal.
Encontraron que las tasas de infección aumentaron casi seis veces en las personas con enfermedad renal crónica en etapa 4 o más avanzada, en comparación con las personas con una función renal normal. Varios tipos de infección (las infecciones del tracto respiratorio inferior, las infecciones del tracto urinario y la septicemia) conformaban una mayor proporción de las infecciones a medida que la función renal empeoraba.
El estudio se enfocó en las infecciones que las personas desarrollan en la comunidad, no en los hospitales u otros ámbitos de atención de la salud.
Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.