Estudio sugiere que fumar cigarrillos en realidad aumenta el riesgo de enfermedad mental, incluyendo depresión y psicosis.
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Tradicionalmente se ha asumido que los pacientes con enfermedades mentales comienzan a fumar para automedicarse. Sin embargo, un estudio sugiere lo contrario: que fumar cigarrillos en realidad aumenta el riesgo de enfermedad mental, incluyendo depresión y psicosis.
Investigadores de la Universidad de Bristol, Reino Unido, encontraron que fumar de por vida y el inicio del hábito de fumar eran factores de riesgo asociados para la esquizofrenia y la depresión. Una asociación que podría, al menos en parte, considerarse causal.
Por el contrario, la responsabilidad genética a la depresión aumentó el riesgo de convertirse en fumador, aunque la evidencia de que la responsabilidad genética a la esquizofrenia podría aumentar el riesgo de fumar fue menos convincente.
"Fumar es mucho más común entre las personas con enfermedades mentales", dijo el investigador del estudio Robyn Wootton, PhD, a Medscape Medical News.
"Nuestra evidencia sugiere que esta mayor prevalencia se debe a efectos bidireccionales, de modo que fumar aumenta el riesgo de desarrollar depresión/esquizofrenia y también que tener depresión/esquizofrenia aumenta la conducta de fumar",
dijo.
El estudio se publicó en la edición en línea del 6 de noviembre de la revista Psychological Medicine.
Aunque es bien sabido que fumar es más común en pacientes con enfermedades mentales que en la población general, no está claro si existe una relación de causa y efecto.
"¿Fumar aumenta el riesgo de enfermedad mental o tener una enfermedad mental aumenta el comportamiento de fumar, o ambos, o ninguno?", preguntó Wootton.
"Ha sido difícil examinar previamente los efectos causales porque los individuos que fuman podrían ser diferentes a los no fumadores en una variedad de formas, como beber más alcohol o comer menos[alimentos] saludables, por lo que puede ser difícil controlar estas diferencias entre los grupos",
agregó.
Los investigadores utilizaron el modelo de aleatorización mendeliana para analizar los datos del Biobanco del Reino Unido sobre más de 460,000 personas de ascendencia europea para determinar el impacto del tabaquismo de por vida en el riesgo de depresión y esquizofrenia.
La aleatorización mendeliana puede sortear este problema "utilizando variantes genéticas que predisponen a algunos individuos a fumar más y a otros a fumar menos, superando así el sesgo de la confusión residual y la causalidad inversa", dijo Wootton.
"Estas variantes genéticas son específicas del tabaquismo, no del alcohol o la dieta, etc., y por lo tanto se trata de una especie de experimento natural en el que podemos observar el efecto del tabaquismo independientemente de otras conductas",
anotó.
Añadió que su grupo es el "primero en aplicar nuevas variantes genéticas del tabaquismo para entender la relación entre el tabaquismo y la salud mental utilizando este método".