Hace pocos días se conoció que la FDA aprobó un nuevo dispositivo médico conocido como Pipeline Flex para ser utilizado de manera adicional en el tratamiento de aneurismas intracraneales
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
*Con información de Medscape.com y Medtronic.
Hace pocos días se conoció que la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos aprobó un nuevo dispositivo médico conocido como Pipeline Flex para ser utilizado de manera adicional en el tratamiento de aneurismas intracraneales de tamaño pequeño o mediano. Como instrucción adicional, los expertos de la organización mencionan que debe utilizarse de manera endovascular.
El dispositivo de embolización Pipeline Flex está formado por un tubo de malla cilíndrico trenzado que se implanta a través de la base o el cuello del aneurisma. El dispositivo interrumpe el flujo sanguíneo hacia el aneurisma, permitiendo la reconstrucción de la sección lesionada del vaso originario. También se designa como "terapia de desviación de flujo".
Esta herramienta médica, creada con el objetivo de apartar el flujo sanguíneo de un aneurisma a través de una desviación en su trayecto, anteriormente se aprobó como tratamiento endovascular de adultos con aneurismas intracraneales de cuello amplio grandes o gigantes en la arteria carótida interna desde el segmento petroso hasta el hipofisario superior, se reporta en el sitio web Medscape.com.
En la indicación adicional entregada por la FDA, se incluye a a pacientes con aneurismas cerebrales de cuello amplio pequeños o medianos en el territorio del segmento petroso al terminal de la arteria carótida interna, informa Medtronic, empresa que diseñó y actualmente comercializa esta herramienta. Para obtener la nueva aprobación de uso, la FDA revisó datos clínicos obtenidos en el estudio PREMIER, en el que se incluyeron 141 pacientes con un tamaño medio del aneurisma de 5,0 mm.
Los resultados mostraron una tasa de obstrucción a un año de 76,7% con el empleo de 1,1 dispositivos por paciente en promedio y una presentación de 2,2% de accidente cerebrovascular grave o muerte neurológica.
Se estima que 500.000 alrededor del mundo mueren cada año a causa de la rotura de aneurismas cerebrales. De ellas, la mitad de víctimas son personas menores de 50 años de edad.