Dr. Héctor Martínez asegura que estos eventos cardiovasculares afectan cada día a más pacientes jóvenes.
Los infartos al miocardio continúan siendo parte de los problemas de salud pública del país que, subordinado a los vaivenes del sistema de salud local, requieren de especial atención tanto en su manejo clínico como las estrategias de prevención.Esa es una de las razones principales por las que más médicos y subespecialistas, como lo es el Dr. Héctor Martínez González, continúan en la persistente creación de estrategias salubristas y educativas tanto a pacientes como a médicos primarios, emergenciólogos y otros, pues el manejo de los infartos agudos está subordinado a unas guías, que, entre otras, cosas, estipula que el mismo debe ser atendido en un periodo de no más de 90 minutos.Martínez González cuenta con una carrera médica que comenzó desde la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), también pasó por el entrenamiento en Medicina Interna en el Hospital de Veteranos y en la misma institución hospitalaria cursó la subespecialidad de cardiología. Más adelante, se trasladó al estado de Boston para completar su subespecialidad en cardiología intervencional.En entrevista con la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP), el subespecialista con práctica en el Mayagüez Medical Center (MMC), explicó que hoy día el problema en el manejo de los infartos agudos estriba de la llegada tardía del paciente a la sala de emergencia. “En Puerto Rico tenemos la costumbre de que cuando nos sentimos mal, mucha gente busca ayuda en el vecino y el problema de eso es que se hace más tardío el tiempo en que el paciente llega a la sala de emergencia. Muchas veces el paciente llega tarde a la evaluación de un cardiólogo. Nuestro sistema de salud lamentablemente está mal diseñado para tener para tratar el manejo agudo de las condiciones, mientras lo que queremos nosotros es la prevención de las enfermedades cardiovasculares”, indicó.También declaró que hoy día los infartos no es asunto solo de pacientes a partir de los 50 años, si no que los mismos continúan ocurriendo hoy día en pacientes bien jóvenes. “Cada vez los veo más jóvenes. Es la parte más preocupante. El más joven que he visto tiene 21 años. Lo más importante es que el paciente llegue rápido a la sala de emergencia si tiene síntomas que sugieran un infarto porque mientras más rápido llegue, más rápido le podemos ofrecer la terapia de angioplastía y rescatar la arteria de abrir el bazo”, reveló el subespecialista.De otra parte, mencionó que la tecnología en la cardiología intervencional ha avanzado así como la terapia ofrecida a los pacientes, como por ejemplo, en las nuevas tendencias en el desarrollo de “stents” “bioabsorbibles” parcialmente. Cabe destacar que este año llegó a Puerto Rico el primer “stents” “bioabsorbible” totalmente y ya fue implantado en una paciente. “Hoy día los “stents” que utilizamos son de tercera generación, con cambios dramáticos en términos de su seguridad. En el pasado los “stents” tenían mayor probabilidad de fallar. Hoy día la probabilidad de fallar es de menos de 1% y cada vez menos más personas tratarse con esta terapia y pueden durar muchos años sin volver a tener otro evento cardiovascular”, formuló.Al preguntársele sobre posibles eventos cardíacos luego del uso del “stent”, el subespecialista reiteró que “en la mayoría de los casos, estos eventos cardíacos que ocurren nuevamente no están relacionados al uso del “stent” en un 50%”.“Más importante hoy es el uso de antiplaquetarios con alta efectividad para bloquear plaquetas y disminuir marcadamente los riesgos de un infarto”, concluyó.