Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis y la Universidad de California en San Diego, ambas en Estados Unidos, han concluido a partir de un estudio que el virus del zika podría emplearse para destruir células del gliobastoma, difíciles de matar porque pueden esquivar al sistema inmunológico y son resistentes a la quimioterapia y la radiación.
Pero matar estas células es vital para prevenir que nuevos tumores resurjan después de que se haya extirpado quirúrgicamente el tumor original.
"Es tan frustrante tratar a un paciente tan agresivamente como sabemos, sólo para ver que su tumor vuelve unos meses más tarde. Nos preguntamos si la naturaleza podría proporcionar un arma para atacar a las células que son las más probablemente responsables de este retorno", dice uno de los autores, Milan Chheda, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis.
"Planteamos la hipótesis de que la preferencia del virus Zika por las células precursoras neurales podría utilizarse contra las células madre de glioblastoma", dice Michael Diamond, también de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, quien codirigió el estudio con Milan Chheda y con Jeremy Rich, de la Universidad de California, San Diego, y el 'Cleveland Clinic Lerner Research Institute'.
Los investigadores descubrieron que el virus infectó y mató preferentemente células madre de glioblastoma en comparación con otros tipos de células de glioblastoma o células neurales normales. Cuando se inyectó en los ratones con glioma agresivo con una cepa adaptada al ratón, el virus ralentizó el crecimiento del tumor y prolongó significativamente la vida de los animales.
Entonces, los científicos probaron una cepa mutante de zika, que es menos virulenta que las cepas naturales del virus. Esta cepa "atenuada", que es más sensible a la respuesta inmune, todavía era capaz de atacar y matar específicamente las células madre de glioblastoma y fue aún más eficaz cuando se combinó con un fármaco de quimioterapia, la temozolomida, que generalmente tiene poco efecto sobre estas células.
"Nuestro estudio es un primer paso hacia el desarrollo de cepas seguras y efectivas de zika que podrían convertirse en herramientas importantes en neuro-oncología y el tratamiento del glioblastoma --resume Diamond--. Sin embargo, deberán abordarse las preocupaciones de salud pública mediante pruebas preclínicas y evaluaciones de la capacidad de las cepas para diseminar o volver a formas más virulentas".
Jano.es.