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El jugador de la Juventus abre clínica capilar en Madrid, con una inversión de tres millones de euros, de 2.500 metros cuadrados, que cuenta con 18 quirófanos.
Llegan avalados por la implantación de 35.000 trasplantes capilares a lo largo de una década en Portugal. Con esta carta de presentación abrió este lunes en Madrid la clínica capilar Insparya, propiedad de Cristiano Ronaldo al 50%, a través de la sociedad CR7 Unipessoal, y del grupo Saúde Viável, gestionado por Paulo Ramos, promotor de este proyecto, en el que también está involucrada la pareja del futbolista, Georgina Rodriguez, que figura como administradora del centro, que cuenta con una inversión inicial de tres millones de euros.
Y fue el jugador de la Juventus quien eligió la ciudad de Madrid, en la que vivió nueve años, para abrir la primera clínica fuera de Portugal, pero también por ser España uno de los países del mundo con más enfermos de alopecia. Este proyecto, asegura, es la “materialización de mi visión para el futuro, un trampolín para explorar otras posibilidades en él área de la medicina, la investigación y la tecnología, áreas que me apasionan y en las cuales siempre tuve ganas de invertir”.
El centro capilar de Madrid cuenta con 2.500 metros cuadrados, repartidos en seis plantas, 18 quirófanos (dos de ellos de tratamiento VIP), dotados con luz natural y con la tecnología más avanzada, además de una sala en la que cada paciente puede descansar, ya que cada intervención de 4.000 unidades foliculares dura alrededor de seis horas. La metodología que utilizan aseguran que es mínimamente invasiva, ya que se aplica anestesia local y permite a los pacientes seguir con sus actividades cotidianas.
En cuanto a su nivel de involucración en la empresa, el exjugador del Real Madrid señala que “participo en todas las decisiones estratégicas del grupo, y apoyo al equipo de expertos que se encargan del negocio”. Porque con este proyecto, “queremos generar empleo, contribuir e invertir en soluciones tecnológicas de última generación, para mejorar la autoestima de muchos hombres y mujeres que sufren con la falta de cabello. Esta será la primera clínica de las muchas que abriremos en un futuro en otras capitales del mundo”, advierte Ronaldo, que reconoce no haber tenido hasta ahora problemas de alopecia. De momento, en Madrid trabajan ocho médicos y 20 profesionales de enfermería, aunque en el futuro está previsto que la plantilla se complete con 130 personas.
El grupo Insparya llega a España con el objetivo de revolucionar, según explica Paulo Ramos, el otro socio y promotor del negocio, con la idea de revolucionar el trasplante capilar, “a través de una medicina personalizada y centrada en el paciente, lo que permite alcanzar los más altos niveles de eficacia en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad”.
Para ello han desarrollado su propia técnica para operar, denominada dual extraction device, caracterizada por la velocidad de extracción e implantación con dos profesionales trabajando al unísono. También ponen a disposición del paciente, de forma gratuita, consultas de psiquiatría y de dermatología, en caso de que sea necesario. El precio medio de un tratamiento de trasplante (4.000 unidades foliculares, esto es, 10.000 cabellos) es de unos 7.000 euros.