Un día cargado de emociones por la muerte accidental de dos menores de edad hacen del Dr. Víctor Ramos, Presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de Puerto Rico, y del equipo de trabajo de la Sala de Emergencias del Children Hospital San Jorge, mejores personas.
“Es muy fuerte y emocionalmente doloroso tratar con muertes de niños más allá de estar enfermitos, que aunque las sentimos igual, el golpe es distinto”, contó el Galeno.
Al iniciar el turno de trabajo se topó con el fallecimiento de una menor de tan solo 17 meses por ahogamiento, y no bien estaba a punto de cerrar su día cuando llegó otro menor de 10 años con una bala en su cabeza.
“Mis compañeros de trabajo y yo, doctores, enfermeras y el resto personal en la Sala de Emergencias, trabajamos con situaciones difíciles todos los días. Pero la muerte de estos dos niños nos dejó un ambiente de mucho sosiego y tristeza. En un momento dado todos estábamos llorosos y muy decaídos por lo sucedido”, expresó el Pediatra.
Han pasado varios días y la pena sigue pero con un trazo de esperanza.
“Fíjate las personas que trajeron el nene del Hilton, el de la bala, lo recogieron del piso, prácticamente se robaron el carro que estaba en el ‘valet parking’ y llegaron hasta aquí con el nene. Con la esperanza de salvarle la vida pero el menor llegó con un cuadro clínico muy comprometido”, comentó el Dr. Ramos.
“Ellos son mis héroes de esta historia”, continuó. “La que nadie sigue, la que nadie cuenta. Esas personas son mis héroes anónimos”.
A juicio del Dr. Ramos los actos de compasión y solidaridad que demostraron las personas que trajeron los menores al hospital, ninguno de ellos familia, demuestra que “el país no está perdido”.
“Hay esperanza, hay lealtad a la vida y hay más unidad de lo que parece. Yo creo en mi gente buena y en mi país”, finiquitó.