En general, la edad promedio del corazón de los hombres adultos es 8 años mayor que su edad cronológica, en comparación con 5 años mayor en el caso de las mujeres.
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Tener una edad del corazón mayor significa tener un riesgo más alto de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, se destaca en el sitio web de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Puede que su corazón sea más viejo que usted, y eso no es bueno. De acuerdo con un informe de signos vitales, desarrollado por esta organización, el corazón de 3 de cada 4 adultos en los Estados Unidos presenta una edad mayor prevista a su edad real. Al tener un corazón más envejecido -si se compara con la edad biológica de la población-, se tiene un riesgo mayor de sufrir ataques cardíacos y accidentes cardiovasculares.
La “edad del corazón” es la edad que se calcula que tiene el sistema cardiovascular de una persona, teniendo en cuenta su perfil de factores de riesgo. Entre ellos se cuentan la presión arterial, fumar, padecer diabetes y el índice de masa corporal como un indicador de obesidad.
Según la información proporcionada por el sitio web oficial, este ha sido el primer estudio que proporciona estimaciones de la edad del corazón a nivel poblacional y que destaca las disparidades en la edad del corazón en todo el país. El informe muestra que la edad del corazón varía por raza o grupo étnico, sexo, región y otras características sociodemográficas.
Los investigadores de los CDC -tal y como se expone en el artículo- usaron datos de factores de riesgo recolectados en cada estado del país, así como información del Estudio Framingham sobre el Corazón, para determinar que casi 69 millones de adultos de 30 a 74 años tienen un corazón de mayor edad que su edad real. Esa es aproximadamente la cantidad de personas que viven en las 130 ciudades más grandes del país.
Demasiados adultos en los Estados Unidos tienen un corazón de mayor edad que su edad real, lo que aumenta su riesgo de enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares”, dijo el director de los CDC, Tom Frieden, M.D., M.P.H. “Todos merecen ser jóvenes –o al menos no viejos– de corazón”, agregó.
Los hallazgos clave en el informe incluyen:
El concepto de “edad del corazón” fue creado para comunicar de manera más eficaz el riesgo de una persona de morir por un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. De esta manera, los profesionales de la salud pueden mostrar a los pacientes las medidas a tomar para reducir el riesgo. Y si bien el estudio da cuenta de un grave problema de salud pública, sus hallazgos pueden usarse tanto a nivel individual como poblacional para mejorar la salud del corazón, en particular en los grupos con el mayor riesgo de tener malos resultados cardiovasculares, tanto en diagnóstico como en tratamiento-.
Los proveedores de atención médica pueden usar calculadoras para evaluar el riesgo cardiovascular a fin de tener datos para tomar decisiones relacionadas con el tratamiento y trabajar con los pacientes para que adopten hábitos saludables, se reporta en la publicación. Por ejemplo, una mujer de 53 años podría enterarse, a través de su médico, que la edad de su corazón es de 68 porque fuma y no tiene la presión arterial alta bajo control. Su médico podría entonces hablar con ella acerca de buscar un programa para dejar de fumar que sea adecuado para ella, y sobre cambios de estilo de vida y medicamentos que la pondrían a cargo de su presión arterial.
Los adultos en los Estados Unidos pueden averiguar la edad de su propio corazón y cómo mejorarla. Esto podría incluir dejar de fumar o bajar la presión arterial a través de una alimentación más saludable, tomar los medicamentos adecuados o hacer más ejercicio. Los departamentos de salud estatales y locales pueden ayudar al promover espacios para una vida más saludable, como áreas donde se prohíba fumar, más acceso a alimentos saludables y senderos seguros para caminar.
Debido a que demasiados adultos en los Estados Unidos no entienden su riesgo de enfermedad cardiovascular, están perdiendo oportunidades tempranas para prevenir futuros ataques cardiacos o accidentes cerebrovasculares”, dijo Bárbara A. Bowman, Ph.D., directora de la División para la Prevención de Enfermedades Cardiacas y Accidentes Cerebrovasculares, de los CDC. “Cerca de tres de cada cuatro ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares se deben a factores de riesgo que aumentan la edad del corazón, así que es importante seguir concentrándose en los esfuerzos para mejorar la salud del corazón y aumentar el acceso a recursos para la detección y el tratamiento tempranos y económicos en todo el país”, afirmó entonces.
*Con información de CDC.