“Es muy raro que una mujer embarazada puede transmitir su cáncer al feto, aunque sí se han detectado células tumorales circulantes
“Es muy raro que una mujer embarazada puede transmitir su cáncer al feto, aunque sí se han detectado células tumorales circulantes. Por lo general se quedan retenidas en la placenta y no suelen llegar hasta el feto. Los casos de transmisión cancerígena son una excepción y solo se conocen en leucemia y melanoma”, señala.
“Con la quimioterapia, y durante los tres primeros meses de embarazo, no existe evidencia empírica que implique riesgo directo para el feto o posibles malformaciones futuras. A partir del segundo trimestre, y hasta el momento del parto, solo se pueden prescribir determinados fármacos antitumorales”, resalta.
Se sabe que la radioterapia aumenta la posibilidad de defectos congénitos, como también se conoce que el tratamiento del cáncer puede provocar alteraciones en la fertilidad.
“Sí, puede quedarse embarazada. Los tratamientos de quimio y radioterapia generarán esterilidad temporal, aunque en ocasiones se puede convertir en permanente. En las mujeres, lo más habitual es que les cause alteración en los ciclos menstruales o desaparezca la regla. En los hombres, por regla general, disminución del número o calidad de los espermatozoides”, explica.
La cantidad de radiación que se recibe en el abdomen o la pelvis es proporcional a la cantidad de radiación que llega a los ovarios o a los testículos.
Una de las opciones para un futuro embarazo es congelar óvulos, tejido ovárico y espermatozoides antes del tratamiento anticancerígeno.