En entrevista con la Revista Medicina y Salud Pública, el Dr. Kershenobich habló acerca de la urgente necesidad que tienen los pacientes con hepatitis C de recibir un manejo integral.
Lorena Ramírez
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
En entrevista con la Revista Medicina y Salud Pública, el Dr. Kershenobich habló acerca de la urgente necesidad que tienen los pacientes con hepatitis C de recibir un manejo integral.
“La hepatitis C no requiere solo de los medicamentos, sino de las pruebas diagnósticas. Requiere de la educación entre la población para que sepan los factores de riesgo, del interés de las organizaciones civiles, del gobierno; de las asociaciones médicas; la de gastroenterología, la de patología, la de infectología. Es un cúmulo de gente que debe interesarse en un problema que es muy significativo para el país”,
afirmó el pionero de la fundación mexicana para la salud hepática.
Kershenobich ha sido enfático al describir la necesidad urgente de que el manejo de la hepatitis C sea un manejo integral y que no se centre únicamente en medicamentos, sino que se tenga en cuenta otros factores igualmente importantes.
El Dr. Kershenobich es un médico mexicano, fundador y pionero de la fundación mexicana para la salud hepática e investigador y miembro de la junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México. Por ello, se encuentra totalmente inmerso en la búsqueda y desarrollo de un tratamiento definitivo para eliminar este virus junto con un excepcional equipo interdisciplinario en México.
Aunque el galeno admite que Puerto Rico y México comparten muchos factores con respecto a la hepatitis C, añade que, a diferencia de Puerto Rico, México ha estado trabajando de manera estricta y juiciosa para implementar un programa que no solo se centre en el tratamiento sino en la eliminación total de la hepatitis C. Sin embargo, resaltó que hasta hace poco -al igual que la isla- México no contaba con un plan para eliminar este virus.
“En México hemos estado trabajando en implementar un programa no solamente para tratar la hepatitis C, sino para eliminar la hepatitis C; eso conceptualmente hace una gran diferencia entre tratar y eliminar una enfermedad, y ese plan que se ha materializado tiene que ver con un trabajo de mucha gente de distintos sectores del país que han venido desarrollando desde hace varios años y que finalmente se va a implementar”,
contó el Dr. Kershenobich.
Esta medida urgente nace principalmente del desasosiego por las cifras de mortalidad en México, pues -precisamente- la cirrosis hepática es la cuarta razón de mortalidad en el país azteca; lo más lamentable de ello es que la misma se da en las etapas más productivas de la vida, además casi una cuarta parte de dichos casos se deben a hepatitis C.
Por esta razón, el hecho de poder tener un tratamiento efectivo que funcione para prácticamente la mayoría de los casos o la totalidad, evitaría dejar huérfanas a muchas enfermedades relacionadas con el virus de la hepatitis C.
“La hepatitis C es una enfermedad prevenible y curable. Entonces, si se logran permear estos conceptos en la sociedad, el resultado será mucho más efectivo”,
señaló el galeno.
El pionero de la fundación mexicana para la salud hepática resalta que no hay que confundir erradicar con eliminar, puesto que erradicar quiere decir que la enfermedad va a desaparecer totalmente; por ello prefiere hablar de laprevención y la eliminación, siendo esta última la que permitirá conocer las medidas preventivas propias de cada país.
“Lo que es importante es que la población se puede curar, pero como también se puede volver a reinfectar. Entonces, lo que importa más es conocer qué factores son los que pueden determinar la reinfección en cada país, y así entonces, ojalá algún día, sí poder llegar a erradicar la enfermedad por completo, como ha sucedido con otras enfermedades infecciosas”,
aseguró el Dr. David Kershenobich.
México ha tenido mucho éxito, por ejemplo, en la eliminación de la poliomielitis y el cólera. No obstante, para que esto sucediera, fue necesario obviar los medicamentos e ir acompañándolos de una serie de medidas que permitieran un manejo integral del problema, que es lo que ahora se quiere lograr con la hepatitis C.
Dentro de los puntos más importantes de ese Plan Nacional Mexicano para la eliminación de la hepatitis C, se incluye tener un registro exacto de los casos tratados y darles un seguimiento.
“Nosotros no teníamos un registro bien implementado. Entonces, por eso decía yo que la atención tiene que ser integral. Tenemos que salirnos de solo tener el medicamento y tener el acceso, sino tener en la cascada del tratamiento asegurada la accesibilidad, ¿quién los trata? ¿en dónde se tratan? y así, conociendo los factores, podemos conducir al éxito de eliminar esta enfermedad”,
añadió el Dr. David Kershenobich.
Dentro de esos puntos, también es importante resaltar la importancia de incluir en esos estudios a poblaciones que han sido relegadas, pues la hepatitis C ha significado un problema de equidad tanto para México como para Puerto Rico. Esto debido a que muchas de las poblaciones vulnerables, como las personas privadas de la libertad, las que están coinfectadas con VIH o aquellos que consumen drogas, son poblaciones que generalmente quedan fuera de los estudios, a este asunto el Dr. Kershenobich le llama “problema de justicia social”.