Una nueva técnica va a permitir detectar si un paciente que ha sido operado de melanoma acabará teniendo una recaída tras la intervención quirúrgica
Una nueva técnica va a permitir detectar si un paciente que ha sido operado de melanoma acabará teniendo una recaída tras la intervención quirúrgica, lo que aconsejaría continuar con terapias adicionales antes de determinar que la persona que lo sufre está “libre de cáncer”.
Se trata de una nueva técnica de “biopsia líquida”, que rastrea la presencia de células tumorales en el organismo mediante el análisis de fluidos, un análisis que podría revolucionar el seguimiento de este tipo de tumor, uno de los más invasivos y en el que el 50 por ciento de los pacientes recaen tras la operación.
Así lo han demostrado científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) junto con investigadores del Hospital 12 de Octubre de Madrid y del Instituto María Sklodowska-Curie de Polonia, que han publicado las conclusiones de su estudio en Journal of Experimental Medicine.
El CNIO ha informado de que la nueva técnica consiste en realizar un análisis en el drenaje que se extrae de la cirugía y que se desecha como desperdicio tras la operación.
Este fluido contiene biomarcadores que delatan la presencia de mutaciones específicas del melanoma y que ayudan por lo tanto a identificar qué pacientes corren el riesgo de sufrir una recaída tras la intervención.
Los próximos retos de los investigadores serán comprobar si esta “biopsia líquida” se puede hacer de una forma aún más sencilla, directamente en sangre, y explorar el potencial que tiene para ampliar su uso a otros tumores.
Según ha precisado el CNIO, cuanto mejor se conoce la metástasis, más se sabe que es un proceso que los tumores primarios organizan a conciencia, y que envían “avanzadillas” a otros órganos, preparando en ellos un entorno propicio para asentarse y seguir desarrollándose.
Estas avanzadillas son las “vesículas extracelulares”, unas partículas que desprende el tumor primario y que preparan a otros órganos para que acojan a las células cancerosas.
Esta es una de las principales líneas de investigación de Héctor Peinado, director de la investigación y responsable del Grupo de Microambiente y Metástasis del CNIO.
Peinado ha precisado que en este estudio han confirmado que, en pacientes de melanoma, se puede identificar al grupo de riesgo que tiene más probabilidades de experimentar una recaída a partir de un análisis muy sensible y preciso de su “seroma exudativo”.
Este “seroma” es un fluido que se obtiene del drenaje que se implanta a los pacientes tras la cirugía, ha precisado el CNIO, y ha señalado que la “biopsia líquida” aplicada a este seroma delata la presencia de vesículas extracelulares y ADN circulante que contienen mutaciones en el gen “BRAF”, que están asociadas a una peor supervivencia en melanoma.
Según Héctor Peinado, estos análisis se podrían realizar ya en los hospitales y sería fácilmente aplicable en medicina clínica y la técnica podría aplicarse a otros tipos de cáncer como el de mama u otros en los que se realiza la extracción de ganglios linfáticos para comprobar si hay presencia tumoral y en los que se implanta un drenaje tras la intervención quirúrgica