Un conmutador molecular tiene la capacidad de activar una sustancia en los animales que repara el daño neurológico en trastornos como la esclerosis múltiple (EM), descubrieron investigadores de Mayo Clinic. La investigación inicial en modelos animales podría avanzar una terapia ya aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y también podría conducir a nuevas estrategias para tratar enfermedades del sistema nervioso central.
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Un conmutador molecular tiene la capacidad de activar una sustancia en los animales que repara el daño neurológico en trastornos como la esclerosis múltiple (EM), descubrieron investigadores de Mayo Clinic. La investigación inicial en modelos animales podría avanzar una terapia ya aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y también podría conducir a nuevas estrategias para tratar enfermedades del sistema nervioso central.
La investigación de la doctora Isobel Scarisbrick, publicada en el Journal of Neuroscience, encuentra que al desactivar genéticamente un receptor activado por las proteínas sanguíneas, llamado Receptor Activado por Proteasa 1 (PAR1), el cuerpo activa la regeneración de la mielina, una sustancia grasa que recubre y protege los nervios.
"La regeneración de la mielina tiene un enorme potencial para mejorar la función. Demostramos que cuando bloqueamos el receptor PAR1, la curación neurológica es mucho mejor y sucede más rápidamente. En muchos casos, el sistema nervioso tiene una buena capacidad de reparación innata. Esto sienta las bases para el desarrollo de nuevas estrategias de regeneración de mielina clínicamente relevantes",
dice el Dr. Scarisbrick, investigador principal y autor principal.
La mielina actúa como un aislante de alambre que protege las señales eléctricas enviadas a través del sistema nervioso. La desmielinización, o lesión de la mielina, reduce la velocidad de las señales eléctricas entre las células cerebrales, lo que resulta en la pérdida de la función sensorial y motora. A veces el daño es permanente. La desmielinización se encuentra en trastornos como la EM, la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Huntington, la esquizofrenia y las lesiones de la médula espinal.
La trombina es una proteína en la sangre que ayuda a la curación. Sin embargo, demasiada trombina desencadena el receptor PAR1 que se encuentra en la superficie de las células y esto bloquea la producción de mielina. Las células progenitoras de oligodendrocitos capaces de regenerar la mielina a menudo se encuentran en sitios de lesión de mielina, incluyendo lesiones desmielinizantes en la esclerosis múltiple.
"Estos oligodendroglia no se diferencian en células maduras de regeneración de mielina por razones que no se entienden bien. Nuestra investigación identifica la PAR1 como un interruptor molecular de la regeneración de mielina. En este estudio, demostramos que el bloqueo de la función de la PAR1, también conocida como el receptor de trombina, promueve la regeneración de mielina en dos modelos experimentales únicos de enfermedad desmielinizante",
dijo el Dr. Scarisbrick.
La investigación se centró en dos modelos de ratón. Uno era un modelo agudo de lesión de mielina y el otro estudiaba la desmielinización crónica, cada uno modelando características únicas de la pérdida de mielina presente en la EM, la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos neurológicos. Los investigadores bloquearon genéticamente la PAR1 para bloquear la acción del exceso de trombina.
La investigación no sólo descubrió un nuevo interruptor molecular que activa la regeneración de la mielina, sino que también descubrió una nueva interacción entre el receptor PAR1 y un sistema de crecimiento muy poderoso llamado factor neurotrópico derivado del cerebro (BDNF). El BDNF es como un fertilizante para las células cerebrales que las mantiene sanas, funcionando y creciendo.
De manera significativa, los investigadores encontraron que un medicamento actual aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) que inhibe el receptor PAR1 también mostró capacidad para mejorar la producción de mielina en las células probadas en el laboratorio.
"Es importante decir que no hemos defendido ni estamos defendiendo que los pacientes tomen este inhibidor en este momento. No hemos usado el medicamento en animales todavía, y no está listo para ponerlo en pacientes con el propósito de reparar la mielina". Usando sistemas de cultivo celular, estamos demostrando que esto tiene el potencial de mejorar la regeneración de la mielina",
dijo el Dr. Scarisbrick.
Se necesita investigación adicional para verificar y avanzar los hallazgos hacia la práctica clínica.
El estudio fue posible gracias a una subvención de la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple con el apoyo del Centro de Investigación de Medicina de Rehabilitación de la Clínica Mayo, el Centro de Esclerosis Múltiple y Neurología Autoinmune y el Centro de Medicina Regenerativa de la Clínica Mayo.